Arranca el juicio a Sandro Rosell por haber presuntamente defraudado 230.591 euros a Hacienda en 2012, cuando todavía presidía el F.C Barcelona. La Fiscalía pide dos años y nueve meses de cárcel y una multa de 300.000 euros.
El Juzgado Penal 3 de Barcelona juzgará este lunes a partir de las 9.30 horas al expresidente del Barça, Sandro Rosell. La acusación señala que se aprovechó de una empresa de la que era el único titular, TOC SLU, y que estaba dedicada a la organización de eventos, alquiler y compraventa de inmuebles y a la promoción inmobiliaria.
La empresa, se detalla, pagó a cinco trabajadores, cuatro de ellos dedicados trabajos de limpieza y mantenimiento en casa de Rosell y en su segunda residencia, con un solo empleado encargado de las funciones administrativas, mientras que "ni el acusado ni la referida sociedad tributaron por la prestación de servicios que constituyó la base de su actividad".
Sospechan que Rosell aprovechó pues la empresa para obtener rentas que no incluyó en su declaración de IRPF y que eran "rentas derivadas de su personal actividad profesional, limitándose TOC a subarrendar oficinas en el inmueble que tenía arrendado el acusado".
ATENUANTE POR REPARACIÓN
Y es que Rosell, presuntamente y según la versión de la Fiscalía, cobró facturación por 352.382 euros a clientes que en realidad eran de Rosell directamente, lo que "ocultaba" la retribución a él.
"En esa misma línea de ocultar las verdaderas cifras derivadas de su renta, declaró, en el citado ejercicio, una pérdida patrimonial de 21.016,11 euros como consecuencia de una supuesta venta" de inmuebles que había adquirido en 2009, pero según la Fiscalía no fue una compra real sino una opción a compra y el fiscal también detalla que Rosell no declaró las rentas de un inmueble que tenía en Girona.
En junio de 2019, Rosell ya ingresó la cuota defraudada además de los intereses por el retraso (otros 57.320 euros), y por eso el fiscal incluye en su escrito de acusación una atenuante de reparación del daño.