Los partidos políticos barceloneses andan cortos de candidatos de cara a las municipales. A un año exacto de los comicios, aún faltan por decidir algunos cabezas de lista. Es cierto que los tres principales partidos que concurren, de momento, ya han confirmado a sus aspirantes a la alcaldía: Ernest Maragall por ERC, Ada Colau por los comunes y Jaume Collboni por el PSC. ¿Están seguros todos estos candidatos? Eso se verá en el último momento. Pero faltan otros candidatos que podrían revolucionar el gallinero municipal.

Uno de ellos es el candidato de Junts per Catalunya (JxCat), un puesto vacante desde la dimisión de Elsa Artadi. El veterano Xavier Trias, que ya ganó las elecciones en 2011, se negó en un primer momento a asumir la responsabilidad de volver a concurrir. Entre otras cosas, puso la edad como excusa, aunque en realidad tendrá 76 años cuando se celebren las elecciones y 80 al final del mandato. Maragall, por ejemplo, tendrá 80 años en 2023 y 84 años el final de esa legislatura.

El exalcalde de Barcelona Xavier Trias posa durante la entrevista con Metrópoli

LOS NOMBRES DE JxCAT

Pero Trias también puso otra condición: un amplio pacto nacionalista que recogiese los postulados también del espectro que representa el PDeCAT (ahora redenominado Centrem) y de Valents. Se trataría de una plataforma amplia que sus rivales políticos rechazaron de plano, entre otras cosas porque para ello Junts tendría que renunciar al a unilateralidad y eso es algo que el partido que (todavía) preside Carles Puigdemont no está dispuesto a hacer. Por tanto, JxCat se ve abocada a concurrir en solitario y a repetir resultados.

Otro de los nombres barajados es el de Artur Mas, el expresidente de la Generalitat, que sería, a juicio de algunos politólogos, el mejor candidato que podría presentar JxCat. Pero hay un inconveniente: no parte como caballo ganador y eso le resta posibilidades, aunque su candidatura serviría para partir por la mitad a Ernest Maragall, puesto que un porcentaje nada desdeñable del voto de ERC podría irse a Junts y frustrar, de ese modo, la casi cantada victoria del republicano. La opción de Mas, sin embargo, es lejana, porque él prefiere la comodidad del estatus de expresidente que la batalla diaria en el ring de la política. Es más: en algunos círculos se desliza que según quién sea el candidato del nuevo centro catalanista articulado en torno a Centrem, descarta su presencia en los comicios locales.

Artur Mas en el programa 'Planta Baixa' / TV3

EL DESCARTE DE SANTI VILA

El candidato de Centrem, se convierte, de este modo, en un factor decisivo a la hora de ultimar las listas de las próximas municipales. Fuentes cercanas a Centrem señalan a Metrópoli que este partido tiene varias opciones encima de la mesa. Una de ellas es algún nombre de relumbrón que pueda concitar el voto posconvergente. El nombre que más posibilidades tenía, el exconsejero Santi Vila, se ha descartado, de momento. Es por una cuestión de prudencia: Vila tiene pendiente un juicio por el tema de las obras de arte de Sigena. Ese juicio se ha retrasado y posiblemente se celebrará en el próximo otoño o a finales de año. Si el calendario se mantiene, la sentencia podría hacerse pública hacia el mes de junio o julio, justamente en el momento en que se han de negociar los gobiernos municipales, lo que sería contraproducente. De ahí que, por precaución, se haya retirado la posibilidad de que él sea el candidato de esta formación.

Pero la gente de Àngels Chacón ha sondeado también otro nombre de relumbrón: al expresidente del Barça, Sandro Rosell, que ha encargado estudios para conocer si tiene posibilidades de salir airoso de una contienda política. Hasta ahora, los sondeos son positivos. Fuentes conocedoras de la operación confirman a Metrópoli los puentes tendidos para que Rosell pueda ser el líder de ese amplio frente catalanista.

El expresidente del F.C.Barcelona, Sandro Rosell, en una imagen de archivo / EP

EL PLAN DE SANDRO ROSELL

En el bando de Rosell no niegan ese interés, pero miran hacia otro lado y se dejan querer. Rosell no quiere ser el candidato de ningún partido, sino concurrir como plataforma ciudadana para no estar sujeto a ningún programa partidista ni a acuerdos de formaciones. Su lema será “gestión, gestión y gestión”, pero rechazará acuerdos de partido a partido. ¿Y si algún partido decide que le apoya y que quiere que sea su candidato? “Pues muchas gracias, pero que se olviden de que Sandro sea candidato de una formación”.

El expresidente del Barça trabaja en estos momentos en la estrategia para conseguir 8.000 firmas de ciudadanos que le servirán para dar carta de naturaleza a su candidatura. Son las firmas necesarias para que pueda formalizar las listas electorales de una plataforma ciudadana, conforme dicta la ley. Los 41 integrantes de la candidatura, además, no serán profesionales de la política, sino personas de gestión. Su candidatura, pues, no será política, sino ciudadana. No busca el voto de independentistas o no independentistas, sino “el voto de todos los ciudadanos que quieran están que se gestione bien la Administración pública. Sólo tendrán vetada su entrada en este espacio la extrema derecha y la extrema izquierda. Por lo demás, no será una lista ideológica. Y que sepan que los que la integren no irán al Ayuntamiento a ganar dinero, sino que incluso, en ocasiones, dejarán de ganar”.

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