Joaquim Benitez es el exprofesor de los Maristas de Les Corts que, en el 2019, fue condenado a 21 años de cárcel por abusar sexualmente de los alumnos de esta escuela. A pesar de la gravedad de los hechos, no llegó a entrar en la cárcel, pero después de toda una vida de impunidad, con la ratificación de la sentencia del Tribunal Supremo, por fin ingresará a prisión.

La sentencia contra este exprofesor de educación física es del mes de abril de hace tres años. Ni las denuncias de más de 40 alumnos ni la sentencia condenatoria fueron suficientes para que entrara en la cárcel, unos hechos completamente injustos a ojos de las víctimas, que hacía años que sufrían las secuelas de los abusos que sufrieron por parte de este pederasta confeso. Los informes forenses dejan muy claro cómo es el exprofesor: narcisista, completamente apático y con un carácter muy dominante. 

TRES AÑOS EN LIBERTAD DESDE LA SENTENCIA CONDENATORIA

Según ha avanzado El Periódico, Joaquim Benitez, desde que recibió la condena de 21 años de cárcel, ha estado exactamente 1.200 días en libertad. Tal como consta en la sentencia, ha abusado sexualmente de cuatro niños. No obstante, la cifra podría ser mucho mayor, ya que le denunciaron varios exalumnos que, lamentablemente, no han podido demostrar judicialmente el infierno que vivieron en la escuela Maristas porque los delitos han prescrito.

El exprofesor de los Maristas, Joaquín Benítez, entrará en la cárcel / EUROPA PRESS

El caso Maristas se saldó con 51 denuncias a 18 profesores de distintos centros y más de 100 exalumnos que, después de años de silencio, se atrevieron a contar los abusos sexuales. La ratificación del Tribunal Supremo supone una victoria para las cuatro víctimas, que aún no habían visto a su agresor ante rejas, a pesar de la sentencia condenatoria de la Audiencia de Barcelona.

LOS MOTIVOS POR LOS QUE EL EXPROFESOR DE MARISTAS NO ENTRÓ EN LA CÁRCEL

El alto tribunal ha desestimado todos los recursos de Benítez y, por lo tanto, después de tres años sin repercusiones contra el exprofesor, entrará en la cárcel. Así y todo, las víctimas siguen sin entender por qué, a pesar de la sentencia de la Audiencia Provincial y de las denuncias presentadas, no ingresó a prisión en su momento.

Los motivos que daban los tribunales era que aún no se había ratificado la sentencia Supremo y que estaba en libertad con medidas cautelares: le habían retirado el pasaporte y tenía completamente prohibido hacer ningún tipo de actividad con menores de edad. Además, tenía que ir semanalmente a firmar a los juzgados. 

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