Los vecinos cercanos a una finca ubicada en el barrio de Vallcarca i els Penitents han vivido en primera persona las problemáticas que conlleva una okupación conflictiva. Una finca ubicada en el número 106 de la calle de Gomis ha resultado una pesadilla para ellos durante los años en los que estuvo okupada.
Los residentes cercanos a la zona fueron testigos de cómo se almacenaban montones de chatarra en su interior, de la elevada presencia de ratas y de un incremento de la conflictividad, como informó Metrópoli. Entre estas denuncias, se encontraron las realizadas por fuentes cercanas a la escuela Lexia, limítrofe con el asentamiento que establecieron los okupas en la zona. Tras bautizarlo como "estercolero", aseguraron que los ocupantes realizaban "barbacoas, sus necesidades, tiraban pilas y cuchillos oxidados” al centro educativo.
Ahora, la situación ha cambiado. Desde mitad de año, la finca está desocupada y pendiente de que el Ayuntamiento mueva ficha, ya que existe un acuerdo para la expropiación del terreno y la realización de un cambio de calificación que, según denuncia la propiedad, no se está cumpliendo.
CAMBIO DE CALIFICACIÓN
Fuentes de la propiedad recuerdan que la finca tiene actualmente una "calificación 7a", de "sistema de equipamientos comunitarios", y explican que existe un acuerdo con el Ayuntamiento para su modificación a "parques y jardines" con el que no están cumpliendo. "Nosotros no edificamos, pero no queremos que edifique nadie ahí", explican en relación a posibles planes municipales para el espacio.
Las mismas fuentes denuncian que el consistorio ha hecho una "expropiación no pagada", ya que hasta la fecha no han "cobrado nada". Además, insisten en que la carga impositiva sigue corriendo a cargo de los particulares: "El IBI lo seguimos pagando nosotros. El Ayuntamiento no está cumpliendo el contrato", remarcan.
Desde la propiedad inciden en que el inmovilismo municipal supone un riesgo evidente, ya que temen que el solar "se vuelva a okupar". En ese caso, se podría repetir la problemática que ha causado molestias vecinales durante años y que llegó a convertirse en un calvario para los propietarios del terreno.
PLAZO DE DOS AÑOS
Respecto al acuerdo entre ambas partes, aseguran que se dio un plazo de "dos años" para su cumplimiento, de los cuales ya ha transcurrido "un año y medio" sin que se desencalle la situación. "La única solución es que el terreno pase a estar calificado como parques o espacios libres, tal y como se comprometió el Ayuntamiento".
En caso de que se agote el plazo sin que el acuerdo se cumpla, la propiedad señala que la cuestión "llegará a los tribunales".
PENDIENTE DE URBANIZAR
El año pasado, y con la finca aún okupada, fuentes municipales señalaron que estaba prevista la "urbanización del terreno", unos trabajos que no concretaron y para los que no había fecha.
Fuentes municipales explican que recientemente ha finalizado la urbanización provisional del terreno y señalan que el convenio firmado con la propiedad aún no ha caducado. En este sentido, indican que una vez realizado el cambio de calificación de equipamientos a zona verde se trabajará para concretar el proyecto.