El 32% de los agresores sexuales de niños y adolescentes son, también, menores de edad. Así lo refleja el estudio publicado este martes por la Unidad de Atención a las Violencias hacia la Infancia y la Adolescencia del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona llamado Equipo EMMA. Los profesionales que atienden a las víctimas de agresión sexual advierten que en el último año se ha detectado un aumento del porcentaje de agresiones entre iguales, es decir, de menor a menor.
LAS VÍCTIMAS, NIÑAS DE 13 AÑOS
El estudio apunta que el 87% de las víctimas son mujeres. Concretamente, el perfil mayoritario de las afectadas son niñas de 13 años y que su agresor se encuentra dentro de su círculo más cercano, un familiar o conocido.
Ante el aumento de las agresiones, los profesionales remarcan la importancia de incorporar la educación afectivo-sexual a partir de los 3 años. "Hemos de tener una perspectiva de género sí o sí. Entendemos la violencia sexual infantil como un tipo de violencia machista: hay un abuso, una coacción, una situación de poder", ha asegurado Anna Fàbregas, adjunta del Servicio de Pediatría y coordinadora del Equipo EMMA.
MÁS CASOS DE VIOLENCIA SEXUAL
Los datos del informe muestran un aumento de los pacientes atendidos en la Unidad de Atención a las Violencias hacia la Infancia y la Adolescencia de la Vall d'Hebron. En solo un año, los médicos han atendido 341 pacientes, 34 más que en noviembre de 2021. Las niñas son las que más sufren violencia sexual: un 87% en comparación con el 13% en el caso de los niños. "La violencia contra la infancia está invisibilizada e infradiagnosticada", según el equipo médico de EMMA.
LOS AGRESORES SON FAMILIARES
Según explican los profesionales, la mitad de las agresiones sexuales se producen dentro del ámbito familiar. Las cifras son estremecedoras: en un 34% de los casos, el agresor es el padre, seguido de los primos en un 17%, el abuelo o la pareja de la madre. Un 83% de los autores de violencia sexual son familiares o conocidos de la víctima.
Ante esta situación, los expertos recuerdan que es crucial que la víctima rompe su silencio y explique su situación. Además, se deben dar las herramientas necesarias a las familias y escuelas para evitar el crecimiento de este tipo de violencia. Para esto, la Vall d'Hebron ha puesto en marcha una campaña de concienciación Uno de cada cinco, porque uno de cada cinco niños y adolescentes son víctimas de violencia sexual, según el Consejo de Europa.