Ir al parque: el quebradero de cabeza de familias de niños con discapacidad en Barcelona

Hace años que la demanda por la renovación y creación de parques infantiles inclusivos en Barcelona es una realidad. Las familias de niños con movilidad reducida y otras discapacidades ven como sus hijos no pueden divertirse como el resto por la falta de rampas y objetos que les permita acceder fácilmente. La capital catalana carece de parques inclusivos: de las 900 áreas de juego que hay en la ciudad, solo 21 son accesibles, pero no inclusivas.

IR AL PARQUE FUERA DE BARCELONA

Las familias de niños con discapacidad denuncian que no hay suficientes parques en la ciudad y que se ven obligadas a coger el coche y conducir varios kilómetros para encontrar uno. Es el caso de Ana Mourelo, con un hijo en silla de ruedas, que tuvo que ir hasta Terrassa. Ana explica a Metrópoli que a medida que su hijo se hacía mayor, era más difícil llevarlo a los parques y trasladarlo de la silla de ruedas hasta el columpio. Así pues, decidió emprender un proyecto, que presentó en los presupuestos participativos, para promover el primer parque inclusivo de la capital, situado en los jardines de Massana, en el distrito de Sant Andreu.

"No hay una gran oferta de parques inclusivos en Barcelona, a pesar de que el Ayuntamiento va alardeando de que sí. Encontramos parques que tienen algún elemento inclusivo, pero no es suficiente", critica la madre. La normativa municipal indica que un elemento de cada cinco tiene que ser inclusivo, por lo que el consistorio "va a lo fácil y solo incluye un objeto para decir que cumple con la norma", reprueba Mourelo.

Columpio inclusivo para niños en silla de ruedas en el Hospital Sant Joan de Déu / Ana Mourelo

Mourelo denuncia que el gobierno municipal promociona, a través del Plan de Juego 2023, la construcción de 10 parques inclusivos en la ciudad. Sin embargo, la madre ha analizado las propuestas y asegura que no lo son. "Nos encontramos siempre con lo mismo: los técnicos del Ayuntamiento solo piensan en la accesibilidad, pero no en la inclusión. A mí no me sirve que un parque sea accesible si mi hijo, en silla de ruedas, no puede jugar con nada. Esto es discriminatorio y es lo que nos encontramos en la ciudad".

LOS MISMOS DERECHOS QUE LOS OTROS NIÑOS

Marie Pierre es otra madre de un niño con pluridiscapacidad que lleva muchos años luchando para que su hijo "tenga los mismos derechos que el resto". "Mi hijo vive exiliado del barrio. Para hacer cualquier actividad me tengo que desplazar", explica en conversaciones a este medio. 

El Ayuntamiento prevé alcanzar 55 áreas de juego totalmente inclusivas en 2024 para llegar al 100% de los parques en 2030. Sin embargo, Pierre critica que los niños con discapacidad tengan que esperar tantos años para hacer una cosa tan esencial: jugar. Además, esta madre no solo se queja por la lentitud. También detalla que los proyectos del gobierno municipal son "demasiado ambiciosos" como para terminarlos en 2030.

Render del primer parque inclusivo de Barcelona / Ana Mourelo

Además de la reivindicación de las familias, también hay plataformas que luchan para revertir la situación. Cristina García, de la Plataforma Accessibilitat, explica en conversaciones a este medio que los técnicos del Institut Municipal de Persones amb Discapacitat (IMPD) que montan los elementos que conforman los parques infantiles no tienen en cuenta el criterio de los menores. "Son técnicos que no tienen discapacidad, ni la conocen, montan estructuras para que los niños jueguen y las cualifican de inclusivas, aunque no lo son".

García pone como un claro ejemplo el parque infantil que hay en la avenida de la Meridiana. Desde la entidad denuncian que hay elementos como cuerdas y un tobogán que no son aptos para los niños con movilidad reducida, a pesar de que el Ayuntamiento diga todo lo contrario.

FALTA DE COMPROMISO

Otro problema es la falta de compromiso por parte del gobierno municipal. Garcia critica que si bien es cierto que se celebran reuniones con el IMPD, no se elaboran actas y después se aprovechan para no cumplir con lo prometido porque no hay nada registrado. Sin embargo, la versión del Ayuntamiento es bien distinta. La teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Janet Sanz, mira "con especial atención" a las áreas de juego inclusivas "para que sean excelentes".

Marie Pierre habló con Sanz sobre la necesidad de las familias de tener un parque cerca de casa y le expuso una propuesta: que las familias se acercasen a una oficina de atención ciudadana y, de igual forma que solicitan una plaza de parking de minusválidos por proximidad, hacer lo mismo con el parque. Aunque la idea agradó a la concejal, Marie no ha recibido respuesta. "Ya no se trata de un problema por falta de dinero, sino de falta de voluntad".

Parque infantil de avenida Meridiana que el Ayuntamiento describe como inclusivo / GOOGLE MAPS

DIFERENCIAS ENTRE PARQUE ACCESIBLE E INCLUSIVO

A menudo, la ciudadanía tiende a igualar los conceptos de accesible e inclusivo, cuando realmente son dos palabras con un significado muy distinto. Un parque accesible es aquel en el que pueden entrar todas las personas, con o sin discapacidad, porque no tiene barreras arquitectónicas pero nada tiene que ver con poder jugar o no. En cambio, para que un parque sea inclusivo debe haber elementos con los que todos los niños, independientemente de sus necesidades, puedan jugar. También está el concepto de parque adaptado, que tiene algunos elementos que los niños con discapacidad pueden utilizar. En definitiva, un parque no puede ser inclusivo si no es accesible y adaptado.