Un comercio con más de 80 años de historia cierra sus puertas para siempre en Barcelona. Calçats Palou ha bajado la persiana este jueves y uno de sus clientes señala directamente varios responsables del Ayuntamiento como culpables de los hechos.

CALÇATS PALOU

Calçats Palou era un comercio que estaba situado en la calle del Hospital número 65, en el corazón del Raval. Abrió por primera vez hace 82 años y hoy se despide de Barcelona. Era una de las zapaterías más emblemáticas de Ciutat Vella. Además, tenía muy buenas valoraciones en Google, con cinco estrellas sobre cinco. Varios clientes coinciden en que los zapatos que venden son de muy gran calidad y a buen precio. También destacan el excelente trato de los vendedores.

Lamentablemente, a pesar de todos estos puntos fuertes, este jueves, 19 de enero, se va para siempre. "Hoy vengo a despedirme de la buena gente de Calçats Palou, de la calle del Hospital, al pie del mostrador desde 1941 y que hoy cerrarán persiana definitivamente", lamenta Josep Maria Petit, un usuario de Twitter que ha hecho público este suceso.

Calçats Palou en una imagen de redes sociales / TWITTER PETITJ957

CIUTAT VELLA

El hombre señala directamente a cuatro personas como responsables del cierre, entre las que se encuentran la exconcejal de Ciutat Vella, Gala Pin, y el actual regidor de distrito, Jordi Rabassa. "Se van por la 'brillante' gestión de los últimos siete años de inútiles como Gala Pin, Jordi Rabassa, Andrés, Pequeño y el resto de purria", asegura Maria en una publicación, que se ha viralizado en las redes sociales.

COMERCIO DE PROXIMIDAD

Las reacciones no han tardado en aparecer y varios vecinos del Raval han lamentado los hechos. "Una pena. En la calle del Hospital solo quedamos tres o cuatro comercios de toda la vida. Después se les llena la boca hablando del comercio de proximidad", lamenta otro vendedor haciendo referencia a la supuesta hipocresía del gobierno municipal.

Una imagen de archivo de una calle del Raval / CR

Lamentablemente, este no es el único negocio de Barcelona que ha cerrado sus puertas para siempre en contra de su voluntad. En los últimos meses, han sido muchos los locales que han tenido que abandonar la ciudad absorbidos por la gentrificación, la inflación y los fondos inversores, entre muchos otros motivos.

PANADERÍA GIRAUT

La panadería Giraut, con más de 140 años de historia, era uno de los comercios más emblemáticos del barrio de Hostafrancs y también se ha visto obligado a bajar la persiana. En este caso, por falta de relieve generacional y por el elevado precio de las facturas. Ninguno de los hijos de la propietaria se quiere hacer cargo del negocio, hecho que ha causado gran conmoción entre los vecinos.

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