Una jueza ha ordenenado readmitir e indemnizar a una trabajadora que fue despedida de su puesto de trabajo por negarse a llevar poca ropa. La mujer era camarera de un conocido local de estriptis de las Ramblas de Barcelona, el Doll House. Los encargados de la denunciante insistían a la mujer que debía trabajar con menos prendas.
OBLIGADA A LLEVAR POCA ROPA
En concreto, le pedían que trabajara con unas medias, un sujetador y un culotte. La empleada no se encontraba cómoda con esta vestimenta, ya que incluso la llevó a sufrir una situación "embarazosa" con un cliente, según la sentencia. En junio de 2021 empezó a ponerse vestidos o tejanos y ropa con la que se sentía mejor.
Ante esta situación, el 6 de septiembre de 2021 el encargado del local le llamó la atención y le advirtió de que no podía vestir así, alegando que era lo que los clientes querían. Al día siguiente, el jefe de la empresa le insistió que debía vestir como le habían dicho, si bien ella mantuvo su negativa.
El 8 de septiembre la empresa amonestó por escrito a la camarera por negarse a seguir las condiciones de atuendo. El día 12 de ese mes la obligaron a tomar vacaciones hasta que el 25 de octubre de 2021 le notificaron la rescisión de su contrato.
LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL
Un año y medio después de llevar su despido a los tribunales, la jueza ha ordenado que la trabajadora sea indemnizada con un total de 6.251 euros. La empresa denunciada ha sido acusada de daños morales y de despido improcedente.
En la sentencia, la titular del Juzgado de lo Social número 4 de Barcelona da la razón a la trabajadora, que prestaba sus servicios contratada por la empresa AlemanProduct SL. La Justicia ordena su "inmediata readmisión", sin que ahora se le pueda imponer este tipo de vestimenta, así como que se la indemnice al concluir que la "imposición" de llevar tan poca ropa vulneró su derecho al honor y le causó daños morales.