La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha afirmado ante la propuesta que recibió el Govern de ampliar el Aeropuerto de Barcelona-El Prat construyendo una pista sobre el mar que "hay que buscar la solución más factible, más sencilla y más realista" de aumentar la capacidad de la infraestructura.
IMPACTO NEGATIVO
En una entrevista en el Ara, Sánchez ha asegurado que esta pista afectaría de manera "agresiva" a la zona marítima, y ha dicho textualmente que cualquier propuesta para ampliar el aeropuerto debe cumplir escrupulosamente los requisitos ambientales de la Comisión Europea. En esta línea, ha defendido que la propuesta planteada por Aena suponía "renaturalizar y hacer un espacio de protección más grande del que hay ahora" en el espacio natural de la Ricarda.
ASÍ SERÍA LA PISTA
Al situarse a tanta distancia de las poblaciones cercanas, los altos niveles de ruido derivados de los aviones se minimizarían y también permitiría esquivar el parque natural de La Ricarda, el principal escollo a salvar debido a que los planes iniciales de Aena contemplaban destruir una buena parte de la zona, clave para procesos migratorios de aves y hogar de fauna autóctona.
El presupuesto para construir la nueva pista sería de 2.200 millones de euros y las obras durarían, aproximadamente, cuatro años. La nueva infraestructura, calculan, permitiría alcanzar las 100 o 110 operaciones por hora o, en términos anuales, pasar de unos 18.000 a 30.000 vuelos intercontinentales al año. Esta misma propuesta contempla que se deriven unos 10 millones de pasajeros anuales a los aeropuertos de Girona y Reus y establecer una conexión ferroviaria mediante la Alta Velocidad con la infraestructura barcelonesa.
LOS BARCELONESES, A FAVOR
La ampliación es una de las cuestiones más espinosas entre los grupos políticos del Ayuntamiento de Barcelona. Sin embargo, los barceloneses muestran un claro respaldo a esta propuesta. Hasta un 48,7% de los consultados en un sondeo de Electomanía para Metrópoli apoya el proyecto de ampliar las instalaciones aeroportuarias, frente al 28,4% en contra y un porcentaje considerable que no se posiciona en torno a esta cuestión, un 22,9%.