El Mobile World Congress supone una enorme inyección de dinero en Barcelona, pero también una proyección internacional de primer nivel. Con esa filosofía se ha dirigido el rey Felipe VI a los asistentes a la inauguración del certamen de este año, en el MNAC. El jefe del estado se ha referido al MWC como “un creador vital” de crecimiento para Barcelona y para España con un valor añadido especial: “El Mobile se indentifica bien con Barcelona y también Barcelona lo hace intensamente con el MWC”.
Esa proyección para la ciudad se la da, precisamente, la asistencia del monarca y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Sin embargo, como gesto político, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no ha estado presente en la recepción inicial, la misma actitud que ha protagonizado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Los dos, en todo caso, sí han formado parte de la misma mesa en la cena de inauguración con el jefe del estado.
El rey ha insistido en que el evento siempre ha representado para Barcelona y España “un valor mucho mayor que el de la feria en sí”. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha destacado el MWC, y el hecho de que haya elegido a la ciudad como sede permanente, como una oportunidad para acercar territorios. “Debe ayudar a reducir brechas en todos los ámbitos, y en España, también en el territorial”.
Con la inminencia de las elecciones municipales, Colau, en cambio, ha querido aprovechar la ocasión para incidir en las políticas sociales y en la necesidad, a su juicio imperiosa, de limitar los precios del alquiler. Es una petición que ha dirigido en los últimos meses al Gobierno de Sánchez, con el argumento, en esta ocasión, de que para “retener el talento” es preciso que haya una buena oferta de vivienda en Barcelona.