Barcelona ha experimentado la lamentable pérdida de numerosos comercios con una rica historia en los últimos meses. La combinación de la inflación y los estragos de la crisis post COVID-19 se erigen como las principales razones detrás del cierre de los emblemáticos establecimientos de la ciudad condal. Metrópoli ha llevado a cabo un minucioso análisis de los diez comercios más icónicos que, a lo largo de los años, han dejado una profunda huella en la capital catalana.

HIJA DE J. BATLLE HORTA

Uno de los cierres más recientes ha sido el de la papelería Hija de J. Batlle Horta, que se despidió de Barcelona el 30 de junio. Isabel Devant era su propietaria y ha dejado el trabajo por jubilación. La falta de relieve generacional ha provocado la clausura definitiva de su negocio de toda la vida. Está buscando una persona que quiera el espacio para un nuevo comercio, con la única condición de que no se convierta en una tienda destinada a los turistas. No quiere que se pierda su esencia.

La papelería Hija de J. Batlle Horta, en Ciutat Vella / GOOGLE MAPS

GRANJA MONTSANT

La Granja Montsant se inauguró en Barcelona en 1823. Situado en la calle de Comte d'Urgell 108, era uno de los locales más top del Eixample por sus exquisitos sandwiches. Los propietarios apuntan directamente a las obras de la superilla de la calle de Consell de Cent como uno de los responsables de esta decisión, que tomaron el pasado mes de mayo. Otra de las causas ha sido la crisis del coronavirus, que azotó fuertemente a este negocio. 

Bar Granja Montsant, en el Eixample / TWITTER @Bcnsingular

CINES YELMO

En el corazón de la Vila Olímpica del Poblenou se encontraba un cine de la cadena Yelmo único, ya que era una de las salas más importantes de la ciudad en cuanto a la proyección de películas en versión original. Abrió sus puertas por primera vez en 1996 y, tras 27 años de historia, en julio se despidió de la capital catalana. "El contrato llega a su fin, y con ello, nos vemos en la necesidad de comunicar el cese de nuestras operaciones en este emblemático cine", explicaba Yelmo en un comunicado.

Sala de los cines Yelmo en Barcelona en una imagen de archivo / CINES YELMO

PANADERÍA GIRAUT

La panadería Giraut se inauguró hace 140 años. Consiguió convertirse en uno de los comercios más emblemáticos del barrio de Hostafrancs, popularmente conocido por la excelente calidad de sus productos. En enero de este 2023 se tuvo que despedir para siempre de sus clientes: la falta de relieve generacional, sumada a las dificultades para pagar los gastos, han sido las principales causas de este suceso.

Cierra la panadería Giraut/ GOOGLE MAPS

CASA GALLOFRÉ

La casa Gallofré era una tienda centenaria del barrio de Sant Antoni. Se trata de un negocio familiar que, en sus inicios era un taller que fabricaba ropa para las tropas que luchaban en la Guerra Civil. Una mercería especializada en género de punto que ha dado empleo a todas las generaciones de la familia, incluidos los bisnietos. 

Entrada a la Casa Gallofré / CRÓNICA

SALA MERLIN

La Sala Merlin probablemente fue la discoteca más icónica del distrito de Sant Martí. Sus tres socios abrieron por primera vez en 1992 y a lo largo de las tres décadas se convirtieron en el local de referencia del barrio. Sus clientes pudieron disfrutar del último baile el 14 de enero. Tal como explican los propietarios a Metrópoli, se fueron completamente en contra de su voluntad: no les renovaron el contrato porque un fondo de inversión quería hacer pisos turísticos en la famosa discoteca-castillo.

La sala Merlin por dentro / DISCOTECA MERLIN

CALÇATS PALOU

El mismo mes del último adiós de la Sala Merlin, también bajó la persiana Calçats Palou, un negocio con 82 años de historia en el Raval. Era una de las zapaterías más famosas del barrio. Tal como explica un cliente habitual en sus redes sociales, hay dos responsables de esta decisión y señala directamente a los antiguos regidores de distrito. "Se van por la 'brillante' gestión de los últimos siete años de inútiles como Gala Pin, Jordi Rabassa", lamenta el hombre.

Calzados Palou, comercio histórico de Barcelona, en una imagen de archivo

 

BAR BRUSI

El bar Brusi del Gòtic era conocido popularmente por sus exquisitas tapas, que conseguían captar la atención tanto de los turistas como de los residentes de la zona. Los polacos también eran una parte de su target principal, ya que el cónsul de Polonia quedó fascinado con su cocina tradicional y no dudó en compartirlo con sus compatriotas. Desgraciadamente, ya no se puede disfrutar de sus increíbles platos: en enero se despidieron de la ciudad por culpa de las normativas municipales, cada vez más estrictas, explican los propietarios.

El Bar Brusi, situado en El Gótic / GOOGLE

CASA LEOPOLDO

La Casa Leopoldo fue uno de los establecimientos más míticos del Raval y, probablemente, de la ciudad entera. En este local se reunían los literatos con más renombre del siglo pasado, como Manuel Vázquez Montalbán o Carlos Ruiz Zafón. Para la sorpresa de los vecinos de Ciutat Vella, a finales del año pasado reabrió, pero perdiendo completamente la esencia de lo que era: ahora es un local de comida china que ofrece un menú a 12,5 euros.

Fachada de Casa Leopoldo en el Raval / CEDIDA

PAPPA SVEN

El restaurante Pappa Sven era único: Barcelona perdió el único local en toda la ciudad especializado en comida sueca en noviembre del año pasado. Nina Olsson, su chef y propietaria, lo explicó en sus redes sociales. Tras 13 años siendo todo un éxito, la mujer aseguraba que tenía otras oportunidades laborales que no ha querido dejar escapar. 

Interior del Pappa Sven / PAPPA SVEN

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