Los Mossos d'Esquadra se preparan para una prueba de fuego este fin de semana en Sant Feliu de Llobregat. Después de los actos vandálicos y disturbios en Molins de Rei, la policía catalana ha aumentado el número de efectivos en la región metropolitana sud, que engloba los municipios del Baix Llobregat.

La principal preocupación de las autoridades es que el estallido de violencia gratuita que se ha vivido en los últimos días en varias localidades se reproduzca en las fiestas de Sant Feliu de Llobregat, que empiezan esta semana. Los miembros de la escala superior de la policía se han reunido para abordar este problema de orden público.

LA CRIMINALIDAD SE DISPARA EN SANT FELIU

La situación es especialmente delicada en esta localidad, donde la criminalidad ha aumentado un 17,9% en el primer semestre de 2023, según los recientes datos del Balance de Criminalidad del Ministerio de Interior. A pesar de que los delitos graves y menos graves de lesiones y riñas tumultuarias y los robos con fuerza han bajado, el resto de infracciones penales han subido exponencialmente. 

Agentes de la BRIMO de los Mossos d'Esquadra actuando en Sants / REDES SOCIALES

Los Mossos cuentan con estos datos para el operativo, pero no es el único factor que hay que tener en cuenta. Eduard Sallent, en una reciente entrevista en TV3 asegura que se está recuperando la actividad delictiva prepandémica, con una cifra de infracciones penales similar a la de 2019. No obstante, cabe recordar que ese año fue muy complicado en cuanto a la delincuencia, algo que acabó desencadenando en una crisis de seguridad en Barcelona y su área metropolitana.

MÁS ARRO Y BRIMO EN LA CALLE

Volviendo al operativo de este fin de semana en Sant Feliu de Llobregat, contarán con más efectivos de la Brigada Móvil (BRIMO) y del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO), dos grupos especializados en orden público que suelen actuar en manifestaciones y desalojos. "Empezamos a orientar el trabajo de estas unidades en la seguridad ciudadana, porque eso da un mensaje de tranquilidad, prevención y disuasión", dice el comisario jefe de los Mossos en una entrevista en el citado medio.

Un agente de la BRIMO de los Mossos d'Esquadra durante los disturbios en Barcelona / EFE

Estas medidas se enmarcan dentro de la estrategia del nuevo decreto de estructura de la policía catalana, que ha experimentado un incremento de la violencia transversal. Para Sallent, "más policía no necesariamente resuelve las causas sociales", pero lo cierto es que la mayor presencia de efectivos en las calles previene que se cometan hechos delictivos, como los que pasaron en el municipio vecino la semana pasada.

UN ESTALLIDO DE VIOLENCIA SIN PRECEDENTES

Sallent asegura que la policía no fue capaz de prever la magnitud de los disturbios en Molins de Rei, ya que no había ningún indicio que hiciera sospechar a las autoridades. En el caso de Sant Feliu de Llobregat cuentan con un antecedente: la Fiesta Mayor de 2021, que se saldó con incidentes graves por parte de un grupo de jóvenes que protagonizaron peleas, botellazos y daños en el mobiliario urbano.

"Para que el dispositivo funcione, tenemos que tener capacidad de anticipación. Necesitamos la inteligencia policial integrada en la seguridad ciudadana para prever sucesos en ámbitos donde antes no nos teníamos que preocupar", concluye el comisario.