La Fiscalía no ve delito en la actuación del agente de la Guardia Urbana de Barcelona que en noviembre del 2020 hirió gravemente de un disparo a un sintecho que supuestamente lo amenazaba con un cuchillo, mientras pide la absolución para el indigente por alteración psíquica.
El ministerio público ha presentado un escrito en el que pide que se juzgue por un delito de atentado a la autoridad únicamente al indigente por atacar presuntamente a la policía, sin plantear acusación alguna contra el agente de la guardia urbana que le disparó, al entender que reaccionó así porque "temió por su vida".
Por el contrario, tanto el indigente herido, personado como acusación particular, como la Fundación Arrels, que se dedica a atender a personas sintecho, piden que el policía sea juzgado por un intento de homicidio y lesiones con arma de fuego, con la agravante de aporofobia.
El incidente ocurrió la tarde del 24 de noviembre de 2020, cuando el indigente, de 43 años, intentó agredir presuntamente con un arma blanca a los agentes de la Guardia Urbana y uno de ellos sacó su pistola y le disparó dos veces, lo que le causó heridas graves por las que tuvo que ser hospitalizado.
La Fiscalía sostiene que el indigente, de nacionalidad húngara, estaba instalado en la entrada de un edificio de Barcelona con sus pertenencias desparramadas, que impedían el paso a los vecinos, motivo por el que una dotación de la Guardia Urbana acudió al lugar.
AMENAZA CON UN CUCHILLO
El acusado hizo caso omiso de las indicaciones de los agentes que le apremiaban a recoger sus pertenencias y esgrimió un cuchillo ante uno de los funcionarios, que le conminó a soltar el arma.
Lejos de hacerlo, sostiene la Fiscalía, el sintecho siguió caminando con rapidez entre la gente que circulaba por la calle, con el cuchillo en la mano, hasta que uno de los agentes desenfundó la defensa policial y empezó a perseguirle, mientras le insistía "repetidamente" en que tirase el cuchillo.
Ante la negativa del indigente a hacerlo, una furgoneta se cruzó para cerrarle el paso, momento en el que el acusado se encaró con los agentes y, "fijando su mirada" en uno de los policías, "se lanzó hacia él con el cuchillo en la mano derecha".
EL POLICÍA TEMIÓ POR SU INTEGRIDAD FÍSICA
El guardia urbana, según la Fiscalía, "temió por su integridad física" y se vio "obligado a hacer uso de su arma reglamentaria, efectuando un primer disparo hacia el suelo que no detuvo al acusado y un segundo disparo que le hizo caer, herido".
Para el ministerio público, el indigente presenta un trastorno delirante, con esquizofrenia paranoide crónica y, cuando sucedieron los hechos, sufría un episodio psicótico agudo que anulaba sus facultades, por lo que pide que se le absuelva o sea internado en un centro médico durante cuatro años.