El Ayuntamiento de Barcelona firmó en septiembre de 2023 un contrato con la empresa Comer bien para gestionar el servicio de alimentación de 42 guarderías públicas en la capital catalana. Sin embargo, el pasado miércoles la empresa notificó su estado de insolvencia. Como consecuencia, los centros dejaron de recibir los suministros alimenticios y más de 80 trabajadoras de cocina no han percibido su salario desde diciembre de 2023.
Empresa insolvente
La empresa comenzó a prestar su servicio en los 42 centros municipales, de los 105 totales en la capital catalana en septiembre de 2023. No obstante, según explica a Metrópoli Camari Domínguez, cocinera de la guardería afectada EMB el Putxet, el Ayuntamiento "le otorgó la concesión a sabiendas de que en agosto ya estaba en proceso de acreedores, según se publicó en el Boletín Oficial del Estado".
En respuesta a esta acusación, el Ayuntamiento asegura a este medio que no "estaba en situación de insolvencia, ya que la ley no permite contratar a una empresa en esta condición". Sin embargo, Olga Siler, otra de las cocineras afectadas de la escuela Bresol Can Canet, discrepa: "Tenemos retrasos en el pago de las nóminas desde que en septiembre comenzó a prestarnos el servicio". Esta problemática es compartida por otras trabajadoras, como Camari, quien añade: "Cobramos el día 8 y 9, y en diciembre el Ayuntamiento nos adelantó el cobro al día 30".
"Mes y medio trabajando sin cobrar"
Comer Bien se encargaba del suministro de alimentos pero también del contrato de las empleadas de cocina de los centros. Con la quiebra de la empresa, más de 80 trabajadoras se han quedado sin recibir su sueldo correspondiente de enero y parte de febrero.
Aunque cuatro nuevas empresas ampliarán sus contratos con el Ayuntamiento y se harán cargo de las asalariadas a partir del 15 de febrero, aún no se sabe exactamente cuándo ni quién les pagará las nóminas pendientes de enero y febrero.
"El ayuntamiento nos tendría que haber adelantado la nómina", reclama Camari, quien manifiesta su incapacidad de mantener la situación, ya que su único ingreso en casa proviene de su sueldo, y además, tiene una hija a su cargo.
Otra de las cocineras afectadas de la guardería Xiroi, Núria Guinart, tampoco lo tiene nada fácil. "Nos han dejado de lado y ahora solo podemos esperar a que nos paguen", afirma indignada y con preocupación, pues su viudedad "es muy justa" y debe pagar la hipoteca además de asumir gastos desfavorables que le dejó el negocio de su marido.
La responsabilidad del Ayuntamiento
Por su parte el consistorio subraya que ellos "no son los responsables, ya que al ser una empresa privada, debería ser esta la que pague los salarios". En este sentido, explica que como Comer Bien no puede asumir este coste, "entra en un procedimiento judicial". El juez deberá nombrar a un administrador concursal para que supervise el concurso de acreedores y gestionar cómo se resuelven las deudas.
Núria, por otro lado, asegura que aunque la empresa "sea privada, es una guardería pública, y ellas ofrecen un servicio que forma parte de la educación de los niños". En este sentido, la trabajadora concluye que el ayuntamiento es responsable de contratar a esta empresa insolvente y "no debería dejarles con la incertidumbre de saber cuándo les pagarán".