Una batalla llena de contradicciones y réplicas. Lejos de acabarse, la pugna entre el Gremi de Restauració y la empresa Barcelona Serveis Municipals (B:SM) por el cierre del restaurante Red Fish apunta a que será larga y compleja. Las negociaciones no han servido para encontrar una alternativa y B:SM se mantiene firme en su posición. Mientras, el Gremi dispara contra B:SM y señala sus "contradicciones" en la decisión para impedir la desaparición del icónico restaurante del Moll de la Marina.
Según explica a Metrópoli Roger Pallarols, director del Gremi, la empresa municipal B:SM ha sostenido “interpretaciones jurídicas equivocadas” que han repercutido negativamente sobre el restaurante Red Fish, que se ve abocado al cierre por el nuevo plan de usos especial del Port Olímpic.
El restaurante, ¿incompatible o no?
A raíz de la aprobación del plan en mayo de 2023, B:SM ordenó el cese de la actividad complementaria del Club Patí de Vela que, en este caso, es el servicio de restauración que ofrece el Red Fish. El motivo de la decisión fue que el establecimiento era “incompatible” con el nuevo plan de usos, que sólo prevé actividades náuticas y deportivas, según fuentes de B:SM.
Meses después y tras varias peticiones de los responsables del local, la empresa municipal reconoció la compatibilidad del restaurante con el plan de usos, aunque señaló que sólo podían hacer uso de un 8% del espacio interior. Según explicaron fuentes de B:SM a este digital, el restaurante puede continuar, pero ocupando 90 metros cuadrados y liberando el espacio exterior, que se destinará para actividades deportivas del Club Patí de Vela. Con esta modificación, la empresa pública barcelonesa pasó a tener otro objetivo: la terraza del Red Fish.
El Gremi de Restauració recuerda que el contrato de cesión estipula “expresamente” que el Club de Vela puede hacer un “uso exclusivo” del espacio cedido, que incluye la zona de la terraza. De hecho, Pallarols indica que el edículo característico del restaurante se ha cedido “de forma expresa” al Club. “El contrato incluye un plano en el que el edículo está dibujado, es decir, se tuvo en cuenta su espacio. Tampoco se recogen prohibiciones ni excepciones en relación con este espacio”, explica el director del Gremi.
Licencia para la terraza
Lo más curioso de todo esto para Pallarols es que Barcelona Serveis Municipals va “en contra de sus actos”. En el anterior contrato --vinculado a la concesión de 2013-- no se reconocía la posibilidad de desarrollar una actividad complementaria de restauración, ni en interior ni en exterior. No obstante, se concedió igualmente la licencia de terraza. Una licencia que se renueva automáticamente cada año y que, en el caso del Red Fish, lo hizo en junio de 2023. “No existía ni existe ninguna incompatibilidad entre el Plan Especial y el uso del edículo como terraza”.
Aunque se descarta por completo que en el exterior se pueda desarrollar actividad de restaurante, el plan especial actual reconoce que se puede instalar “una actividad de bar no musical desmontable sin restauración menor”. Según el Gremi, el edículo del Red Fish tiene la calificación de edificación desmontable, por lo que no tendría que haber ningún inconveniente en poder desarrollar una actividad en el espacio exterior. “Si hasta ahora el Red Fish servía paellas, ahora servirá Coca-Colas. No pueden decir que el restaurante es inviable jurídicamente porque es cuestión de adaptarse”, admite Pallarols.
Tras varias alegaciones, B:SM trasladó el caso a la Dirección de Patrimonio del Ayuntamiento, que ha abierto un expediente para “declarar la extinción de la concesión de 2013 para emprender el desahucio del restaurante y la retirada del cubículo”, explican desde el Gremi de Restauració. “Su objetivo principal es retirar la concesión de 2013, algo ilógico porque ya hay una nueva concesión de 2023, donde se reconoce un 8% para restauración”, explica Pallarols.
Posibles acciones legales contra B:SM
Desde B:SM aseguran que la ordenación establece una nueva distribución de actividades en el Moll del Gregal. Si bien el Red Fish ganó una concesión en esta nueva ubicación donde se desarrolla el Balcón Gastronómico, seguirá defendiendo su continuidad en el Moll de la Marina. “No pueden impedir que la terraza del Red Fish ofrezca servicio de bar porque el plan de usos lo recoge”, defienden desde el Gremi.
La batalla entre el Gremi de Restauració y Barcelona Serveis Municipals no se ha resuelto. En medio de un proceso de alegaciones, Pallarols advierte que, si no se encuentra una solución, el tema se judicializará y emprenderán las acciones legales oportunas.