La oposición carga contra el gobierno de Collboni ante el cierre del restaurante Red Fish
El local tendrá que cerrar por el nuevo plan de usos del Port Olímpic y los grupos municipales critican que el alcalde no paralice la decisión de la empresa municipal BSM
10 marzo, 2024 23:30El restaurante Red Fish, uno de los más icónicos del Frente Marítimo de Barcelona, se encuentra en una cruzada administrativa con la empresa pública Barcelona Serveis Municipals (B:SM). Con 10 años de historia, el local se ha ganado el cariño de los barceloneses por ser un punto de encuentro en la ciudad. Sin embargo, la entrada del nuevo plan de usos que regula el futuro del Port Olímpic amenaza la continuidad del restaurante.
La decisión de B:SM generó una oleada de indignación. Desde el Gremi de Restauració lanzaron una ofensiva contra el consistorio, a la que se sumaron personalidades del panorama cultural y televisivo. Bajo el lema Salvem el Red Fish pidieron explicaciones y reclamaron una solución al Ayuntamiento. A las críticas por el cierre del restaurante se unen también los partidos de la oposición, que ven una "falta de voluntad política" por parte del gobierno de Jaume Collboni a la hora de encontrar una alternativa.
A favor de modificar el plan de usos
Desde Trias per Barcelona, el concejal Damià Calvet asegura a Metrópoli que es necesario mantener el restaurante "porque es muy coherente que haya restauración en un sitio emblemático como es el Port Olímpic". Y esto, según Calvet, pasa por una "sencilla modificación del Plan Especial", algo que no comparten desde la empresa municipal.
La "guerra" contra el Red Fish se inició en enero de 2023 con la incorporación del Moll de la Marina al nuevo planeamiento urbanístico municipal, que prevé una nueva distribución de las actividades. Entre los establecimientos afectados que se encuentran en esta zona están el Red Fish y el Club Patí de Vela. La compleja transformación del litoral derivó en meses de negociaciones para resolver la continuidad del club deportivo.
La cotizada terraza, en el punto de mira
El problema deviene por el espacio que ocupa la terraza del restaurante. Según explican fuentes de B:SM, el local es un “servicio complementario” y el nuevo plan de usos indica que sólo puede ocupar el 8% del recinto interior para "liberar el exterior y respetar la zona de botadura de embarcaciones", donde actualmente tiene un edículo de madera que da forma a su cotizada terraza. Con esto, el espacio del Red Fish se verá reducido a unos 90 metros cuadrados, un espacio insuficiente que hará que el negocio sea "económicamente inviable", como señalaron sus responsables.
Guerra contra la restauración
Como consecuencia, el Red Fish está abocado al cierre y Barcelona perdería uno de los restaurantes más simbólicos. El líder de los populares, Daniel Sirera, denuncia la "caza de brujas" a la que está sometida la hostelería en la ciudad. El concejal lamenta a Metrópoli la pérdida del establecimiento e incide en que la restauración "es uno de los motores de la ciudad que no se debe castigar".
Algo que también comparte el concejal Gonzalo de Oro Pulido de Vox. El Red Fish es un "referente de ocio gastronómico de Barcelona". Por esta razón, si el Club Patín Vela tiene garantizada su continuidad, "es una oportunidad perfecta para dar una moratoria a la terraza del Red Fish y dejar atrás planes de uso que muchas veces son un sonoro fracaso", señala de Oro Pulido a ese digital.
El restaurante Red Fish se caracteriza por ubicarse en uno de los enclaves más envidiables de Barcelona. En la playa del Somorrostro y con unas vistas al mar que han cautivado a más de uno, el local podría continuar si acepta empezar de cero en una nueva ubicación: el Moll del Gregal.
El resto de partidos de la oposición (ERC y comunes) no han respondido a las preguntas planteadas por este medio.