La llegada de la borrasca Nelson ha traído consigo un fuerte vendaval que afecta a Barcelona y el área metropolitana. Si bien las rachas de viento no alcanzarán velocidades peligrosas en el interior, sí pueden darse problemas en el litoral barcelonés. Por ello, Protección Civil ha activado la alerta amarilla por fuerte oleaje este jueves, 28 de marzo.
De hecho, la playa de Sant Sebastià de la capital catalana ha amanecido sin arena. Como consecuencia del fuerte temporal, las cañerías han quedado a la vista, dejando un eslabón de un metro a pocos centímetros del paseo marítimo. Algunas duchas de la zona han tenido que ser precintadas tras quedar “sobrevolando” por la arena que han perdido, que las mantenía firmes en tierra.
Con todo, la previsión del Ayuntamiento de la capital catalana es que la mejora de las condiciones meteorológicas permita a estos espacios recuperar su forma habitual.
Olas de dos metros de altura
Mientras dure el fenómeno meteorológico, se prevén olas que pueden superar los dos metros y medio en el litoral metropolitano, por lo que la Generalitat ha pedido que se extremen precauciones. En algunos puntos de la costa se han cancelado las actividades profesionales o de ocio.
Protección Civil también pide a la ciudadanía que tome precauciones en los espigones y zonas donde rompen las olas, como pueden ser algunos paseos marítimos del litoral barcelonés.