Barcelona cuidará sus playas con fondos europeos. Se trata de fondos Next Generation, destinados a ser utilizados como un instrumento de recuperación de la UE para dar apoyo a la recuperación económica tras la crisis provocada por el Covid-19. Esos fondos servirán para regenerar las maltrechas playas de la ciudad, que tras los últimos temporales de 2023 han perdido buena parte de su arena.
La empresa elegida ha sido Font-Ex, una compañía de Tarragona administrada por David Cabero Marzo. Se trata de una compañía de carácter familiar que también cuenta con bodegas en la zona de la provincia de Tarragona. El contrato, por 178.618 euros, fue firmado este 18 de marzo y tendrá una vigencia de dos años. Para llevar a cabo la adecuación de las playas, el Ayuntamiento realizó un informe técnico de valoración para determinar si contaba con los medios, puesto que se requieren determinados requisitos para asumir una tarea como la de regenerar las playas.
La principal condición es que la empresa disponga de una máquina giratoria de cadenas de 30 toneladas. También ha de disponer de dos camiones articulados tipo Volvo de 35 toneladas con lagarto y tracción 4x4, una máquina retroexcavadora mixta y un vehículo ligero tipo quad o similar. Font-Ex dispone de este material, así como de un supervisor con categoría profesional de inspector de control, señalización y servicios.
Cómo se 'evapora' la arena
El pliego de prescripciones técnicas del contrato explica las características de los arenales barceloneses. Dice que la presencia de espigones o diques “modifica el patrón del oleaje y las corrientes y disminuye localmente su intensidad, debilitando los procesos de resuspensión y transporte de sedimentos y retrasando incluso la pérdida de arena” mar adentro. Pero no es suficiente porque la erosión marina sigue provocando “un retroceso de la línea de costa hasta anchuras que en algunos casos pueden ser críticas, especialmente en algunas épocas del año”. Así, la labor de Font-Ex no es otra que velar por garantizar la estabilidad y la supervivencia de las playas reponiendo la arena cuando haga falta.
De hecho, el estado de las playas de Barcelona es delicado y, en algunos tramos, preocupante. En 2010, se vertieron más de 790.000 metros cúbicos de arena, pero desde entonces ha habido mucha erosión y las playas barcelonesas han perdido buena parte de su espacio, casi 130.000 metros cuadrados de superficie. Se calcula que se evaporan unos 17.000 metros cúbicos anuales de arena. Según el Instituto de Ciencias del Mar (ICM), del CSIC, Barcelona pierde cada año unos 500 metros cuadrados de playa, aunque en los últimos 20 años se han depositado en ellas más de un millón de metros cúbicos de arena para paliar esa erosión.
Arena del propio mar
La arena que se vierte en las playas proviene en buena parte de dragados de bocanas de puertos y de algunos yacimientos, aunque se trabaja en soluciones que no sólo pasen por minimizar la erosión del oleaje y las mareas a través de espigones: una de las maneras de paliar la desaparición es incorporar a las playas zonas urbanas y fabricar zonas inundables que limiten el riesgo y capten sedimento. Según el ICM, “en el futuro, la subida del nivel del mar obligará probablemente a reforzar la mayor parte de las estructuras costeras”.
Los últimos temporales de 2023 afectaron especialmente a la playa Nova Mar Bella, que se ha quedado casi sin arena. Durante los últimos coletazos de la anterior legislatura, se convocó un concurso para intentar traer arena, pero ninguna empresa se presentó al mismo. El nuevo consistorio se ha puesto las pilas y considera urgente meter mano en las playas para evitar que sigan degradándose.
El Pla Litoral
La regeneración de la arena de las playas entra dentro del denominado Pla Litoral del Ayuntamiento de Barcelona. “El frente litoral metropolitano de Barcelona es un sistema caracterizado por un conjunto de playas de carácter antrópico. Estas playas, mayoritariamente de origen artificial, forman parte de un sistema costero altamente dinámico y experimentan constantemente modificaciones como respuesta natural a la acción del oleaje”, dice el plan vigente actualmente.
Las playas barcelonesas tienen algunos elementos para evitar la erosión de las playas, pero son insuficientes para detener el deterioro de las mismas. Las infraestructuras de protección como los espigones o los diques sumergidos y emergidos son los elementos con los que se quiere minimizar la acción de las mareas. Pero “pese a las obras de estabilización ejecutadas, las playas de Barcelona siguen perdiendo arena a escala global”.
Los científicos vigilan
Para detectar el deterioro, Barcelona dispone de un “seguimiento topobatimétrico” que depende de la Universidad Politécnica de Cataluña, mientras que el Coastal Ocean Observatory (COO) del ICM (que depende del CSIC) realiza la videomonitorización de las playas. La conclusión ante tanta vigilancia es muy simple: “El comportamiento de las playas de Barcelona es claramente erosivo. Todas las playas de la ciudad experimentan, en mayor o menor grado, pérdidas de arena y regresión de la línea de la costa”. Además, para que la playa sea funcional y pueda servir a los usuarios, ha de tener un mínimo de arena, pero se da la circunstancia de que la recuperación por medios naturales es prácticamente nula.
Ante esta evidencia inevitable, el Ayuntamiento tiene dos caminos: o minimizar los efectos de las mareas mediante blindajes que a veces son imposibles o reponer la arena periódicamente. El proyecto Plan de Sostenibilidad Turística en Destino de Barcelona (PSTDB) contempla, así, actuaciones que pretende ser “una palanca de acción para la recuperación económica de la actividad turística”. Este proyecto afecta directamente al Plan Litoral. “La actuación en el litoral plantea un conjunto de intervenciones en las playas de la ciudad para conseguir un espacio más seguro, accesible, naturalizado y adaptado al cambio climático que permita generar una oferta de servicios y productos turísticos con una mirada transversal e inclusiva”, dice un informe interno del consistorio. De ahí que se haya firmado un contrato para “la redistribución de arena y estabilización, nivelado y perfilado de las playas de la ciudad”.