Los últimos temporales han tenido un impacto devastador en las playas de la costa catalana, causando una significativa erosión y pérdida de arena. Las intensas tormentas, la subida del nivel del mar y la gentrificación son algunos de los factores que han contribuido a la disminución de las superficies arenosas, transformando radicalmente el paisaje costero. Los esfuerzos de recuperación y protección de estas playas se han vuelto una prioridad para las autoridades, que buscan mitigar los efectos de estos fenómenos naturales. Sin embargo, el último informe de Greenpeace alerta de que la costa catalana está en riesgo de desaparecer.

En el informe Crisis en Toda Costa 2024, que presentó el martes 23 de julio, la entidad analiza la situación del litoral ante los riesgos de la actual emergencia climática. En el estudio, los ecologistas repasan los principales riesgos para los 8.000 kilómetros de litoral que tiene España. 

El Maresme, una de las zonas más críticas

Según se desprende del informe, la costa catalana está “en riesgo” y en los próximos 10 años sufrirá “retrocesos importantes” y “se empezará a perder playas”, sobre todo en el Maresme y en el Delta de l'Ebre. Para Greenpeace, el exceso de urbanización e infraestructuras, la contaminación, las barreras artificiales, el despilfarro de recursos naturales y el encauzamiento, soterramiento y desvío de cauces fluviales han provocado “desequilibrios que se traducen en el retroceso y pérdida de las playas, y con ellas, su función de barrera protectora, lo que supone un riesgo para millones de personas residentes en el litoral”, añade el texto.

Precisamente la zona costera del Maresme se expone a un mayor peligro“La situación es especialmente grave. El aumento de la erosión, la reducción de aportaciones naturales de sedimentos y la destrucción de los ecosistemas costeros provocan, al igual que en otros puntos del Levante, que las playas prácticamente desaparezcan en invierno”, alerta Greenpeace.

Playas en riesgo de desaparecer

En Barcelona, para finales de siglo, la costa puede retroceder hasta 70 metros, según los ecologistas. En seis años, la entidad indica que este ascenso pondrá en riesgo varias áreas de Catalunya. Las playas en riesgo de desaparecer son la de Mataró, Premià de Mar, Alella (Masnou), Sant Adrià de Besòs, La Barceloneta, Delta del Llobregat, Garraf y Vilanova i la Geltrú.

La antigua playa de Monsolís, ahora desaparecida, por los efectos de la regresión, en Montgat Pedro Salado - AMB

Como amenaza para las playas, Greenpeace añade que un 15% de la superficie urbanizada está situada en zona inundable, lo que “aumenta mucho el riesgo durante las lluvias torrenciales”.

El informe también señala que las zonas donde existe el mayor riesgo de inundación son el Delta de l'Ebre, el tramo entre Malgrat de Mar y Blanes, zonas cercanas al Delta del Llobregat y Besòs (área metropolitana de Barcelona) y varios puntos del Alt Empordà.