Fotomontaje donde aparece un agente de los Mossos y uno de la Guardia Civil con un velero de la Copa América

Fotomontaje donde aparece un agente de los Mossos y uno de la Guardia Civil con un velero de la Copa América Metrópoli

El pulso de la ciudad

Los Mossos humillan a la Guardia Civil en la Copa América de vela de Barcelona

Pique entre Cuerpos de Seguridad por las interferencias políticas que ha habido en el reparto de responsabilidades de la seguridad de la regata

24 julio, 2024 23:30

La Copa América de vela de Barcelona ya tiene quien le guarde las espaldas. Durante meses, se ha librado una guerra política soterrada por el control de la seguridad en el principal evento deportivo del año que se celebra en España. La semana pasada, el Gobierno central y el catalán llegaron a un acuerdo para distribuirse las tareas de vigilancia durante el evento. No hay que olvidar que España está en estado de alerta de nivel 4 (sobre cinco) por el riesgo de un atentado terrorista de origen yihadista. La reciente detención en Barcelona del activista Firas Arab Housseini, el hombre que Hezbollah utilizaba para comprar drones con los que atentar contra el territorio de Israel, es una prueba del cuidado y la meticulosidad que la inteligencia española tiene en el control de la amenaza terrorista.

Para repartirse los cometidos entre los distintos cuerpos de seguridad, hubo pacto político. Algunas fuentes ven en el pacto de la vigilancia de la regata un regalo del Gobierno central a ERC en plenas negociaciones de la investidura del socialista Salvador Illa, que no irá adelante sin la anuencia de los republicanos. Así, las bases del acuerdo establecen que los Mossos serán los que gestionen el centro de control de seguridad que se ubicará en el muelle. A ellos les corresponderá el papel de preservar la seguridad ciudadana y el orden público, actuará como policía administrativa, policía judicial y de investigación tanto en zonas del ámbito portuario como en las cuestiones de ciberseguridad, protección de autoridades de Catalunya, policía aérea y tráfico. Ello les da a los Mossos un protagonismo que en otras circunstancias no habrían tenido. Y les permitirá marcar perfil público como policía integral y preponderante de Catalunya. 

Enfado en la Guardia Civil

A la Guardia Civil se le reserva la custodia del Puerto y la seguridad de los espacios donde se celebren las regatas y los entrenamientos, es decir, la seguridad sobre el agua en el mar territorial. La Policía Nacional tendrá las competencias en materia de seguridad de las autoridades del Estado o de otros países y de ayudar a los Mossos en materia de seguridad ciudadana, mantenimiento del orden público y funciones de control de entrada y salida de ciudadanos y extranjería. Para la Guardia Urbana, se reserva la regulación del tráfico y el acompañamiento de las autoridades de la ciudad, además de actuar como policía administrativa y vigilar espacios públicos en torno al Puerto. 

En círculos políticos, se considera que el Gobierno central ha cedido competencias a los Mossos para allanar el camino a la investidura de Illa, ante el monumental enfado de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que han sido arrinconados. “En los despachos de los Mossos se comenta que le hemos metido un gol a la Guardia Civil, que ha sido expulsada de cualquier cometido de seguridad en tierra”, explican a Metrópoli fuentes internas de los Mossos. Critican, no obstante, que “mucha Copa América y mucho inaugurar comisarías en La Seu d’Urgell y en Torredembarra, pero lo cierto es que no tenemos suficientes efectivos. Faltan agentes”. Entre algunos mandos de la Guardia Civil existe un importante malestar tanto por el contenido del acuerdo como por la forma en que se ha comunicado a lo largo de los últimos meses. Lo consideran una "humillación" por parte de los Mossos hacia la Guardia Civil. Además, fuentes internas de la Benemérita señalan que tanto el Ayuntamiento de Barcelona como la Generalitat esconden toda participación del Estado en la competición. "El acuerdo al que se ha llegado permitirá visibilizar a los Mossos como policía oficial del evento, aunque en la práctica no sea del todo así", afirman fuentes cercanas a la Guardia Civil. 

Cesión temporal

Estas fuentes equiparan la negociación de la seguridad de la Copa América con otros regalos que han tenido en los últimos meses los Mossos. El conseller Joan Ignasi Elena envió recientemente una comisión de estudio a Europol, una iniciativa para la que no tiene competencias, puesto que los Mossos no están representados en ese organismo europeo. Esa iniciativa es similar al premio de la gestión de la seguridad en la Copa América, fruto del trabajo de la intendente Àngels Bosch, que pasó de cabo a intendente en un suspiro. Bosch fue nombrada jefa de relaciones internacionales de los Mossos porque ya era la presidenta de Eurocop, una federación de organizaciones sindicales y, por tanto, con buenos contactos en toda Europa. Además, es hermana de Rosa Bosch, que está en la cúpula de los Mossos. Todo forma parte de la misma estrategia de acaparar competencias para los Mossos en detrimento de los otros cuerpos”.

Fuentes de la Guardia Civil, por su parte, explican a Metrópoli que “se han cedido temporalmente las competencias de policía judicial a los Mossos dentro del Puerto, pero no es algo definitivo. Sólo asumirán esas competencias durante la regata”. Estas fuentes indican que la Guardia Civil es la responsable de la vigilancia en el mar, que es la más importante. Y, por si fuera poco, siguen teniendo competencias en la investigación de cualquier suceso costero. “Por poner un ejemplo, si el mar escupe un cadáver, la competencia de la investigación no la pueden llevar los Mossos, sino que ha de ser la Guardia Civil, porque así lo prevé la ley”.

El buque estrella, a Barcelona  

Las fuentes consultadas explican también que “los Mossos intentaron controlar todo el dispositivo de seguridad. Llegaron a decir que podían controlas la regata en mar abierto mediante drones. Es una insensatez y una majadería. Ellos controlarán la oficina donde está todo centralizado en el Puerto, pero la vigilancia en el mar está a cargo de la Guardia Civil”.

Prueba de ello es que la Benemérita trasladará a su buque insignia, el Río Segura, desde Cádiz (donde se utiliza para la luchar contra las redes de narcotráfico) a Catalunya. El Río Segura es un moderno buque que cuenta con helipuerto y dos lanzagranadas. Ha participado en misiones internacionales tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico. Con él, vendrán a Cataluña de 100 a 150 agentes, con lo que efectivos totales que la Guardia Civil destina a la regata llegan a los 300 agentes, que trabajarán en los dispositivos de seguridad y vigilancia durante los dos meses que dura la Copa América.

Por el contrario, los Mossos d’Esquadra no tienen embarcaciones y las que tiene son muy pequeñas y no podrían prestar servicio. Además, reconocen desde la Policía autonómica que “nuestras lanchas no podrían ni siquiera salir del puerto con mar rizada, mientras que la Guardia Civil tiene barcos potentes que pueden capear temporales”. Una de las fuentes consultadas, por si fuera poco, admite que las embarcaciones de los Mossos "no pasarían una evaluación de riesgos laborales, puesto que suelen ser lanchas con demasiada potencia que han sido incautadas a narcotraficantes, que tienen demasiados caballos de potencia para su peso y que no tienen medidas de seguridad”.

El discreto papel de Defensa 

El Ministerio de Defensa, no obstante, también participará en el dispositivo, aunque fuera de las instalaciones portuarias o de las zonas exclusivas de la competición mar adentro. Defensa dispone de la alarma Scramble: aviones de guardia capaces de estar en el aire en 15 minutos si salta una alarma. Se trata del servicio Quick Reaction Alert (QRA), en los que el aparato F-18 despega inmediatamente y el piloto va recibiendo instrucciones cuando ya está en el aire. Esa vigilancia se realiza con aparatos que están en Zaragoza, Los Llanos (Albacete), Morón (Sevilla) y Gando (Canarias). En total, 2.000 militares (pertenecientes a 22 unidades) están asignados las 24 horas del día a estas misiones. Siempre hay en cada base media docena de aviones dispuestos a salir en caso de alarma.

Pero, además, dispone de buques de guardia que conforman una primera línea de defensa y que vigilan que no haya amenazas terroristas que provengan del mar. Normalmente, estos buques se reparten la costa española y hacen de policía en el mar. Para la regata de la Copa América, con casi total seguridad, se asignarán también otras naves auxiliares para crear un cordón impermeable y ayudar en las tareas de vigilancia, aunque este dispositivo, cuyo centro neurálgico está en alta mar, es ajeno al dispositivo local de seguridad de la regata.