Las urgencias del hospital Vall d'Hebron de Barcelona, colapsadas por la falta de profesionales y de camas cerradas durante los meses de verano. El centro público sanitario de referencia en la capital catalana enfrenta la época estival con unos 400 profesionales y 272 camas menos después de una campaña de "no renovaciones" de contratos temporales e incluso de cierre de plantas.
Según explica el sindicato de enfermería SATSE, el cierre de espacio para pacientes, así como la falta de profesionales, provoca un efecto dominó que poco a poco va haciendo mella en el centro sanitario que "da cobertura a los 17 barrios más pobres de la capital catalana".
"A menos personal, más carga laboral. A más carga laboral, más bajas. A más bajas, más trabajo a repartir entre menos personas y vuelta a empezar en este pez que se muerde la cola", desgranan.
Enfermería, la más perjudicada
El mayor palo lo han recibido los enfermeros y enfermeras. Solo ellos representan la mitad de las 400 bajas de unos recortes que se alargarán "hasta septiembre, un mes más de lo habitual", comentan. Entre el resto se encuentran los auxiliares, celadores y resto de categorías que mantienen a flote el centro.
Pero la situación, señalan las fuentes consultadas, es particularmente grave en los servicios de urgencias, el departamento más golpeado por la reducción hasta el punto en el que "se crea un efecto dominó que afecta a otros servicios". "Las urgencias, las ucis y los servicios acordeones están completamente llenos, por lo que se deriva a los ingresados a otras plantas y servicios. Esto, a su vez, hace que se eleve la presión asistencial en equipos que ya lidian con la falta de profesionales por las plazas perdidas, bajas y vacaciones", critican. "Está ocurriendo que pacientes oncológicos no pueden subir a su planta y se tienen que quedar esperando de 5 a 7 días en una camilla", añaden.
Una radiografía similar comparte el ala de cirugía y postcirugía. La pérdida de camas y profesionales ha obligado a aplicar retrasos --relativamente habituales en verano-- a aquellas operaciones consideradas "no urgentes". "Pero no urgentes no significan no incapacitantes. Estamos hablando de alargar tres meses el sufrimiento de una persona por, por ejemplo, una hernia, que no deja hacer vida normal", lamenta SATSE. Si bien ya se están produciendo los citados retrasos, "sabemos que todavía va a haber más en el futuro", prevén.
Con la 'vuelta al cole' sanitaria en septiembre, analizan, no se solucionarán los problemas, sino que se tendrá que hacer frente a "toda esa sobrecarga" que no se ha podido asumir en los meses de verano.
Para más inri, meses como julio y agosto son aquellos en los que buena parte del personal tiene sus vacaciones. "A la presión evidente se suma que faltan muchos de los enfermeros veteranos", es decir, aquellos que por su experiencia pueden soportar una mayor carga laboral.
Vall d'Hebron niega el colapso
Así las cosas, la ya habitual elevada ratio de pacientes por enfermero que se da en gran parte de los centros sanitarios en Catalunya se ve, en este caso, "disparada" en el Vall d'Hebron, confirman.
Cabe destacar que, preguntados por Metrópoli, el Vall d'Hebron niega una situación de "colapso" ni en las urgencias ni en cualquier otro servicio. Aquí las cifras entre el sindicato y el hospital difieren: mientras que los primeros aseguran que se han perdido el 24% de las camas, la institución sanitaria asegura que solo se ha cerrado entre el 5% y el 19%, dependiendo del momento del verano.
Asimismo, afirman que solo no se han renovado aquellas enfermeras "que se habían incorporado para una labor y tiempo concretos: el Plan Integral de Urgencias de Catalunya (PIUC)".
Regresión
"En el Vall d'Hebron se había conseguido una de las mejores ratios durante la pandemia, al ser un hospital de referencia en muchos aspectos, también en materia de coronavirus. Se aumentó la plantilla en 400 enfermeras para contar con más personal ante situación límite. Todo eso se ha perdido de un plumazo".
"Contábamos con una gerencia que aumentó también de unos 600 a unos 900 millones el presupuesto del hospital y que era transparente con la plantilla", valoran. Este año, el presupuesto del hospital ha subido hasta los 980 millones, explica Vall d'Hebron. "No entendemos como una gerencia y dirección asistencial tan buena como la conseguida con Albert Salazar y Maria José Abadia la han truncado", sentencia el sindicato --en referencia a la administración pública--.
Además, la avanzada edad media del personal de enfermería hace que "en pocos años se verá una oleada de jubilaciones y no se está encontrando a gente para reemplazar a tanto profesional", ni siquiera con las "grandes oposiciones para frenar la temporalidad que se convocarán tanto para este año como para a 2025".