El restaurante Red Fish de Barcelona ya es historia. Una imagen desoladora para la gran mayoría de barceloneses, que en algún momento de sus vidas han disfrutado de sus increíbles paellas. Este martes, 6 de agosto, la maquinaria ha empezado a funcionar y ha derribado el mítico edículo del establecimiento, en el Moll de la Marina.
La lucha por mantener abierto el local se inició años atrás. Desde 2019, el Port Olímpic está inmerso en un proceso de transformación, impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona y gestionado por la empresa pública B:SM, que pretende conectarlo mejor con la ciudad para convertirse en un espacio de referencia.
Sólo actividades náuticas
En mayo de 2023, el pleno municipal aprobó el Plan Especial Urbanístico de Ordenación y Usos del Port Olímpic. Fue entonces cuando se desató la 'guerra' entre el Gremi de Restauració y B:SM. En esta nueva definición, el espacio quedó únicamente restringido para actividades de usos náuticos o de economía azul, excluyendo las actividades lucrativas. Paralelamente, se formalizó la adscripción entre el Ministerio, la Generalitat y el Ayuntamiento para que todos los espacios del Moll de la Marina quedasen adscritos al Port Olímpic.
A raíz de esta transformación, muchos operadores han tenido que replantear sus actividades para adaptarse a los nuevos usos del Port Olímpic. Uno de estos operadores es el Club Patí de Vela Barcelona, que se encuentra ubicado en el extremo del Moll de Marina y que cuenta con una actividad complementaria de restauración, el restaurante Red Fish.
Nueva licencia para el Club Patí Vela
Sin embargo, para que el club pueda regularizar su situación, tiene que adecuar sus instalaciones y su espacio de restauración en los acuerdos subscritos en el mencionado contrato y a la legalidad vigente. Esto implica la necesidad de solicitar una nueva licencia de actividad y también desmontar el edículo del restaurante Red Fish, puesto que la normativa en vigor no permite esta actividad lucrativa en la zona del Moll de Marina, según fuentes municipales.
"Desde el Ayuntamiento, a través de B:SM, siempre hemos sido proactivos para buscar un acuerdo satisfactorio y encontrar una solución para la situación del Club Patí de Vela, facilitando su continuidad y priorizando el interés público. Todas las propuestas han sido amparadas por la normativa vigente y se basan en garantizar la legalidad y la igualdad de condiciones con el resto de operadores", señalan a Metrópoli fuentes del consistorio. Sin embargo, como explicó el director del Gremi de Restauració, Roger Pallarols, la empresa municipal B:SM ha sostenido “interpretaciones jurídicas equivocadas” que han repercutido "negativamente" sobre el restaurante Red Fish.
La oposición, crítica con el cierre del Red Fish
La oposición también cargó contra el gobierno de Jaume Collboni ante el cierre del restaurante. Sin embargo, no se ha podido hacer nada para salvarlo, y ahora, el mítico establecimiento ya es historia. Desde el Ayuntamiento aseguran que ya han notificado la caducidad de las licencias otorgadas al club, que tiene hasta el 30 de septiembre para presentar una nueva petición de licencia de actividades que regularice su situación actual.
Por su parte, recuerdan que los responsables del Red Fish cuentan con otro local de restauración adjudicado, mediante un proceso de concurrencia pública, dentro del Balcón Gastronómico del Port Olímpic.