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Fachada de Casa Orsola
Barcelona, a contrarreloj para evitar la venta de Casa Orsola a un privado
El alcalde, Jaume Collboni, no descarta ningún escenario para evitar el desahucio después de que la propiedad haya expresado sus intenciones de vender el inmueble a otro fondo de inversión
Otras informaciones: Collboni deja la puerta abierta a comprar la Casa Orsola de Barcelona
A contrarreloj y con la máxima presión. Así afronta el Ayuntamiento de Barcelona el primer desahucio de Casa Orsola, que se frenó el pasado viernes y se ha pospuesto in extremis hasta el próximo 18 de febrero.
El actual escenario irradia tensión. El Sindicat de Llogateres no tiene intención de rebajar su ofensiva en defensa de los inquilinos, especialmente de Josep Torrent, el profesor afectado por el lanzamiento aplazado. La propiedad, por su parte, no renuncia a sus derechos sobre la finca, y ha advertido sobre la posible venta del inmueble.
![La Casa Orsola de Barcelona antes del desalojo de este viernes, 31 de enero](https://a1.elespanol.com/metropoliabierta/2025/01/31/el-pulso-de-la-ciudad/920667939_14048796_1024x576.jpg)
La Casa Orsola de Barcelona antes del desalojo de este viernes, 31 de enero
En este contexto, el consistorio está redoblando esfuerzos en su papel como mediador llegando, incluso, a dejar la puerta abierta a una eventual compra tres años después de que el gobierno de Ada Colau enterrara el derecho de tanteo y retracto para hacerse con el edificio.
Espacio de diálogo
El pasado jueves, un día antes del lanzamiento inicialmente previsto, el gobierno municipal aceptó la petición realizada por el síndic de Greuges de Barcelona, quien instó al Ejecutivo de Jaume Collboni a encontrar un espacio de diálogo, mediar entre las partes.
Joan Ramon Riera, Comisionado de Vivienda del Ayuntamiento, mostró la predisposición municipal para facilitar un acuerdo que evite el desalojo con la máxima celeridad posible. “No tiramos la toalla. Tenemos que ser rápidos”, apuntó el exedil socialista.
Venta a un privado
Albert Ollé, propietario del fondo que posee Casa Orsola, ha estallado tras las protestas de los úlitmos días. Según ha explicado en una carta abierta, el máximo responsable de Lioness Inversiones ha recibido “todo tipo de amenazas e insultos” que le han hecho replantearse el futuro del inmueble. “Supongo que acabaré vendiendo la finca”, apunta.
El poseedor del edificio, quien agradece al síndic y al consistorio un intento de mediar que, señala, “llega un poco tarde”, remarca en su escrito que Torrent “nunca quiso hablar” de forma directa con la propiedad, y que ha llevado a cabo una confrontación de “más de tres años” de la mano del Sindicat de Llogateres.
Ante el “desprestigio, okupaciones y los actos vandálicos” que ha sufrido el edificio y que han llevado a la propiedad a plantearse la venta, Ollé advierte de la posibilidad de que la adquiera “un auténtico buitre que no tendrá interés en preservar el patrimonio ni llegar a acuerdos”, unas intenciones distintas a las suyas.
“Yo sólo quería mantener de forma sostenible un edificio modernista que forma parte de la historia de Barcelona”, sentencia Ollé.
Conversaciones
Este lunes, Collboni ha celebrado que las partes afectadas se hayan reunido para tratar de alcanzar un acuerdo, que debería llegar antes del lanzamiento reprogramado para el próximo 18 de febrero, y ha destacado el papel de la Sindicatura para mediar en el conflicto.
Respecto a una eventual adquisición del edificio por parte del Ayuntamiento, el alcalde no ha cerrado la puerta a esta posibilidad, al limitarse a apuntar que se debe ser “extremadamente cuidadoso” con esta cuestión, tras lo que ha señalado que los planes, a día de hoy, pasan por “seguir la mediación”.
En caso de que el consistorio se decantara por la compra, el Ejecutivo local afrontaría el elevado coste del edificio, con el riesgo añadido de que un privado mejorase la oferta. El Ayuntamiento tampoco tendría un derecho de adquisición preferente por tanteo y retracto, una ventaja que los comunes rechazaron en 2022.