
Alba Nieto, veterinaria en Barcelona y vocal de VetWarriors
Alba Nieto, veterinaria en Barcelona: "No dejaré morir a un animal por cumplir la ley, que me metan en la cárcel"
El sector se alza contra la nueva Ley del Medicamento Veterinario y denuncian que imposibilita el ejercicio de la profesión sin perjudicar a los animales
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Una ley que deja descubiertos a los veterinarios de toda España, unos animales que se quedan desatendidos y un sector en pie de guerra. Los profesionales de la salud animal se alzan contra el Real Decreto 666/2023, más conocido como la Ley del Medicamento Veterinario.
Lo harán con una manifestación en Madrid este 7 de mayo y una nueva convocatoria, para el día 10, en Barcelona. Así lo ha explicado en conversación con Metrópoli la vocal de la asociación VetWarriors y veterinaria de Barcelona, Alba Nieto, que asegura que la nueva ley, tal y como se está aplicando en el Estado, imposibilita el desempeño de las funciones de los trabajadores sin perjuicio de la atención y el bienestar de los animales.
Sobrecarga administrativa
La nueva ley "ve la luz a partir de una directiva europea y, por tanto, España tiene que acatarla. Esta nace con un buen propósito, que es poner freno a las resistencias antibióticas en los animales, pero el Estado ha aplicado 'arreglos' a la norma que hace que sea imposible acatarla" por ser "mucho más restrictiva", explica.
Detalla que ahora, los veterinarios han de declarar "todos los antibióticos con los que se trata a los animales, tanto los que se prescriben como los que se administran en consulta". Ello implica una sobrecarga laboral en cuestiones administrativas que se añade al trabajo tratando a las mascotas y que se traduce en tiempo perdido en el cuidado de los pacientes.

Un perro en el metro de Barcelona
"Se nos piden datos absurdos, como el porcentaje que se le va a administrar de medicación a un animal. Es una estadística y no estamos para eso", lamenta, al tiempo que afea que los veterinarios, ahora, solo pueden utilizar medicamentos especializados e indicados por prospecto.
No obstante, "ello resta la experiencia y criterio clínico de cada profesional que sabe cómo actuar en momentos en los que se trabaja a contrarreloj, como cuando llega un animal a consulta con un paro cardíaco". En estos momentos, parar a leer un prospecto de un medicamento comercial puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de la mascota.
Una ley 'disfuncional'
La ley, resume, está "tan retorcida que no es funcional". No obstante, ante las nuevas dificultades, Nieto asevera: "No dejaré morir a un animal por cumplir la ley, que me metan en la cárcel si es necesario".

Un hombre con su perro en Barcelona
Así, asociaciones de veterinarios de toda España reclaman al Gobierno que se siente a negociar modificaciones y a llegar a un entendimiento, relajando la nueva normativa, pero, a su vez, dando cierto margen de maniobra a quienes cargan con la responsabilidad que es la vida de los animales.
Modificaciones
La nueva norma sale del propósito de terminar con las resistencias a los antibióticos, orientado sobre todo a lo que se conoce como 'producción', es decir, ganado. "El propósito es bueno", pero "ya se ha mejorado mucho en esta cuestión en los últimos años", por lo que no hacía falta aplicar tantas restricciones, considera.
En esencia, la nueva norma introduce un sistema sancionador que pone al sector contra las cuerdas. "Por no declarar tres antibióticos, la multa puede llegar a los 1,2 millones de euros", lo que ha hecho, entre otras cosas, que muchas clínicas pequeñas "se planteen cerrar".
También ha de aplicarse la cascada de prescripción. Los medicamentos para humanos son una herramienta recurrida por los veterinarios. Ahora, solo puede usarse como última opción y tras haber realizado una serie de pasos intermedios --como pedir un fármaco específico a otros países--, negando el tratamiento inmediato al animal.

Un perro en Barcelona / AJ BCN
Se introduce también el sistema Presvet, un sistema "mal diseñado" que implica una gran carga administrativa sobre los profesionales, como declarar hasta el porcentaje del envase de medicamento administrado a cada animal. No hacerlo o cometer errores puede ser causa de sanciones astronómicas.
En el uso de fármacos, por otro lado, queda prohibida en la práctica conocida como off label, es decir, que aunque un medicamento sirva para tratar una enfermedad, ya no se podrá utilizar si el prospecto no estipula que está específicamente diseñado para ese tratamiento. Esta práctica era habitual, sobre todo en casos en los que no hay medicamentos específicos para cierta especie.
Manifestación en Barcelona
El próximo sábado, 10 de mayo, la asociación ha convocado a veterinarios, tutores de animales, familias enteras y amigos peludos a una manifestación en la capital catalana. El punto de encuentro será frente al Arc de Triomf, a las 18:00 horas.
Desde allí, se hará una caminata por un recorrido circular, que terminará en el mismo punto de partida con una flashmob y la lectura de un manifiesto. Luego, se celebrará un pequeño concierto. La idea, explica Nieto, es mantener un ambiente "familiar, lúdico y festivo".
Así, el sector se levanta con varias manifestaciones para mostrar su descontento por la aplicación de una ley particularmente restrictiva que deja a los trabajadores atados de manos y cargando con la responsabilidad que es el cuidado y la salud de los amigos peludos, que cada vez se ven más como un miembro más de la familia.