Este sábado, Tallers ha perdido una de sus señas de identidad: Discos Revolver. La que un día fue conocida como ‘la calle de los discos’ se desdibuja cada vez más entre turistas y la apertura de tiendas impersonales y ajenas a los barceloneses.
Mi padre siempre me ha contado cómo siendo adolescente iba a Revolver y a Castelló a por discos y casetes. Desde joven ha formado una discoteca con la que a más de un coleccionista se le encenderían los ojos al verla.
“Antes se compraba por la portada. A menos que estuviera digitalizado, no podías escuchar un disco hasta que llegabas a casa”, me explica.
Un punto de escucha en Discos Revolver
La noticia del cierre de Discos Revolver no la ha encajado bien. “Barcelona ya no es lo que era”, lamenta.
Los propietarios anunciaron el pasado 7 de julio el fin del negocio tras una trayectoria de 34 años.
“Iniciamos nuestro camino en diciembre de 1991. Ha sido un largo camino que llega al final. Gracias a todos por vuestro apoyo”, agradecieron los dueños.
Precios del alquiler desorbitados
Lluís, el encargado de Discos Revolver, explica a este digital el motivo del cierre: el alquiler, imposible de pagar, y un conflicto con la propiedad que ya no podía alargarse más.
Lluís, el encargado de Discos Revolver en los últimos días antes del cierre
Según datos del Observatori de l’Agència de Desenvolupament Econòmic de l’Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), el Gòtic encabezó la lista de los barrios más caros de Barcelona el año 2024.
El alquiler comercial se situó en 22,16 euros el metro cuadrado, seguido por la Barceloneta (22,06) y el Raval (20,00), los tres barrios de Ciutat Vella.
Condenados al cierre
“A esta le quedan dos telediarios también. Aguantaré hasta la jubilación y luego me iré de Barcelona”, ha asegurado Jordi, el encargado de Revolver Records, la tienda “verde” de la calle Tallers que en su día fue gemela de Discos Revolver.
Nuevamente, el alquiler es el villano de la historia. “El Ayuntamiento quiere dinero y prioriza ciertos locales a la hora de dar las licencias”, afirma Jordi.
Interior de Revolver Records en la calle Tallers
Desde los Juegos Olímpicos, el distrito de Ciutat Vella se ha transformado y adaptado a los gustos de los turistas: tiendas de souvenirs, supermercados 24 horas, tiendas cannábicas, salones de manicura y franquicias que se pelean como buitres para abrir en alguno de los bajos de los barrios del distrito.
“A lo mejor abre aquí otra tienda para hacerse las uñas”, bromea Lluís, quien vio como Discos Castelló, en la calle Tallers número 7, era una de las primeras en caer hace casi 10 años. En su lugar, ha abierto un 365.
Un 365 en la calle Tallers, 7, donde antes estaba Discos Castelló
Primeros pasos
El Ayuntamiento, por su parte, ha empezado a movilizarse. El concejal del distrito de Ciutat Vella, Albert Batlle, anunció que la Comisión de Gobierno prevé aprobar este 26 de junio un nuevo plan de usos para el centro de la ciudad.
El objetivo es limitar la apertura de establecimientos de productos cannábicos, fundas para móviles, souvenirs y salones de manicura y pedicura en Ciutat Vella, que “no aportan ningún valor añadido”, afirmó.
La mítica tienda Discos Revolver de la calle Tallers de Barcelona, a dos días de su cierre definitivo
Si bien el consistorio va haciendo pasos para frenar la gentrificación, el sentimiento de que “va tarde” no se quita de encima, como han trasladado a Metrópoli algunos de los últimos clientes de Discos Revolver. “Se están cargando los barrios, al final todos van a ser iguales”, han expresado.
Y el cierre de la mítica tienda de música lo confirma. Este 19 de julio ha bajado la persiana para siempre un pedazo de la Barcelona moderna, un local por el que han pasado y congeniado varias generaciones que acudían a una calle Tallers repleta de establecimientos de confianza.
De esa época, que hace apenas 30 años que se vivió, también quedan ya vestigios, aunque puede que no se conserven tan bien como los de hace siglos.