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Foment del Treball ha presentado alegaciones formales al proyecto de ley que modifica la tasa turística en Catalunya, en las que expresa un rechazo frontal a la posibilidad de que los ayuntamientos apliquen un recargo municipal adicional.

La patronal considera que la reforma impulsada por el Govern incrementa de forma injustificada la presión fiscal sobre el sector turístico y tendrá un impacto directo, especialmente, en las familias catalanas.

En un comunicado difundido este lunes, Foment alerta de que el aumento del recargo previsto en la ciudad de Barcelona, que podría alcanzar hasta los ocho euros por noche, resulta “totalmente desproporcionado”, más aún si se tiene en cuenta que en la capital catalana ya se aplican tarifas especiales adicionales de cuatro euros.

Turistas en Barcelona en una imagen de archivo EUROPA PRESS

A juicio de la organización empresarial, esta acumulación de gravámenes sitúa a Barcelona en una posición de desventaja frente a otros destinos urbanos europeos y del resto del Estado.

La patronal critica que el recargo municipal penaliza únicamente a los visitantes que pernoctan en la ciudad, mientras que un volumen muy elevado de excursionistas utiliza diariamente los servicios públicos sin realizar ninguna aportación fiscal directa. En este sentido, Foment considera que el diseño actual del impuesto no responde a criterios de equidad ni de eficiencia, y acaba trasladando el coste del mantenimiento urbano a un perfil concreto de visitante.

"Herramienta de recaudación"

En sus alegaciones al proyecto de modificación del Impuesto sobre las Estancias en Establecimientos Turísticos (IETT), Foment sostiene que la tasa ha derivado en una “herramienta municipal de recaudación” que se aleja de su objetivo inicial.

La patronal subraya que el impuesto turístico no debería utilizarse para compensar "a la deficiente" financiación de los ayuntamientos ni para cubrir déficits estructurales de las administraciones locales.

Turistas en Barcelona EFE

Asimismo, la organización empresarial advierte de que la extensión del recargo municipal a otros municipios catalanes, más allá de Barcelona, puede generar un escenario de "competencia fiscal" entre destinos turísticos cercanos. Esta situación, según Foment, pondría en riesgo la competitividad de Catalunya frente a otras comunidades autónomas que no aplican ningún impuesto similar a las estancias turísticas.

Impacto en las familias catalanas y el turismo interno

Otro de los argumentos centrales de las alegaciones es el efecto que la reforma tendría sobre el turismo interno. Foment remarca que la mayoría de personas que veranean en la costa, en el interior o en el Pirineo catalán son familias residentes en Catalunya, por lo que el incremento de la tasa supondría, en la práctica, "una mayor carga fiscal" para los propios ciudadanos catalanes.

Por último, la patronal reclama que la totalidad de los ingresos generados por la tasa turística se integren en el Fondo para el Fomento del Turismo, con el objetivo de que se destinen exclusivamente a la mejora, promoción y sostenibilidad del sector.

Según Foment, solo así se garantizaría que el impuesto cumpla una función finalista y contribuya realmente al desarrollo equilibrado de la actividad turística en Catalunya.

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