Un niño duerme con un sueño reparador / PEXELS

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Los beneficios de un sueño reparador para los más pequeños

La doctora Marta de Quixano explica cómo educar a los niños a dormir bien

13 abril, 2021 00:00

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El 19 de marzo se celebró el Día Mundial del Sueño. Bajo el lema Sueño regular para un futuro saludable, el objetivo de ese día fue concienciar a la población sobre la importancia del sueño y mejorar así la salud global.

Para saber cómo educar a los más pequeños, la jefa del Servicio de Pediatría del Hospital El Pilar, la doctora Marta de Quixano, explica de manera muy sencilla cuáles son los hábitos saludables para dormir bien.

ENSEÑAR A DORMIR

La doctora destaca que del mismo modo se emplea esfuerzo en enseñar a los niños a comer bien, a andar, a hacer deporte o un orden escolar, también se puede enseñar a los hijos a dormir bien. Los niños necesitan seguir unas rutinas para tener un sueño reparador, tanto las rutinas como las horas necesarias de sueño varían según la edad.

"Desde el bebé que puede dormir casi todo el día, a el niño que duerme 10 horas o el adolescente que duerme 8-9 horas”, afirma la doctora.

Una niña duerme profundamente / PEXELS

Una niña duerme profundamente / PEXELS


Las rutinas varían según la edad, pero las básicas son comunes a todos:

  • Respetar los horarios de sueño
  • Crear ambientes tranquilos
  • Mantener una temperatura adecuada
  • Cuidar la alimentación especialmente a la hora de la cena,
  • Realizar una actividad adecuada a su edad durante el día y exposición a la luz natural,
  • También habrá rutinas personales, como los peques que necesitan un peluche, que podremos identificar y respetar

TRASTORNOS DEL SUEÑO

"Podemos considerar que un niño tiene un trastorno del sueño cuando se despierta más de tres veces por la noche y más de tres días a la semana, cuando tiene somnolencia diurna en horarios que debería estar activo, cuando le cuesta despertarse por las mañanas o se despierta muy enfadado", explica la doctora de Quixano.

"Esto puede tener como consecuencia dificultades de concentración y memoria, deterioro en el rendimiento escolar, irritabilidad, incluso agresividad", añade Quixano. "Por eso es importante mantener las rutinas y educar al niño a dormir respetando sus ritmos ya que el sueño es la base de nuestros hábitos y actividad durante el día".