La tienda Uniqlo del paseo de Gràcia es una de las que más ventas realiza a diario. Las eternas colas que se forman en sus inmediaciones confirman que ni las restricciones ni el coronavirus paralizan sus ingresos.
Tal y como se puede ver en las fotografías realizadas por Metrópoli Abierta, decenas de personas esperan pacientemente para entrar en el establecimiento, que sufrió un asalto hace poco, situado en la confluencia de la milla de oro con la Gran Via de les Corts Catalanes.
EL CONSUMISMO NO DECAE EN BARCELONA
Las colas, con dudosas distancias de seguridad, son una evidencia de que el consumismo no decae en Barcelona. A pesar de que las restricciones aplicadas por el Govern hayan azotado el sector del comercio, entre otros, muchas tiendas como Uniqlo siguen teniendo una abundante clientela. Esta entiende que hay que entrar a cuenta gotas en los establecimientos y respeta las medidas que cada comercio reclama.
Este escenario es habitual en la capital catalana, otra de las tiendas que ofrece una imagen similar es la tienda de Primark de la plaza de Catalunya. El establecimiento de productos low cost es uno de los más concurridos. Este medio ya adelantó las interminables colas que se forma, sobre todo cuando llega el fin de semana, a sus puertas. Los clientes esperan durante horas en la acera mar de la céntrica plaza y las hileras llegan casi a la calle de Fontanella.