Cuando uno entra en Sips Bar un viernes a las 19.00 horas de la tarde sabe que deja atrás todo el cansancio acumulado de la semana laboral. El interior de la coctelería es diáfano y acogedor, con toques originales y familiares. Como un cuadro de David Bowie o las butacas de terciopelo verdes, que hacen que sus habituales se sientan como en casa.
Este establecimiento desafía los límites de la coctelería clásica al no tener una barra como punto central. Sus dueños quisieron dar el protagonismo a sus clientes y al cóctel, por eso Sips se ha convertido en el lugar más trendy para hacer el afterwork de la Dreta de l'Eixample.
DOS GENIOS DE LA COCTELERÍA
¿Pero, solo eso ha hecho que esta coctelería esté en boca de todos los barceloneses? Por supuesto que no. Si estos navegan por internet descubrirán que, tras la barra imaginaria, están Simone Caporale y Marc Álvarez, dos de los mejores cocteleros de España.
El primero de ellos lideró el bar Artesian del exclusivo hotel londinense The Langham y lo convirtió en “el mejor bar del mundo” durante cuatro años seguidos (2012 - 2015). Por su parte, Álvarez fue el jefe de barras de elBarri, el grupo gastronómico de los conocidos hermanos Adrià.
ADAPTAR LA TAPA AL MUNDO LÍQUIDO
Su larga experiencia en el mundo de los espirituosos ha llevado a estos dos genios de la coctelera a aunar fuerzas y crear los cócteles de autor más increíbles. Decidieron montar una coctelería en formato pret-a-porter para "disfrutar de la ciudad a sorbos", como indica el nombre de su local.
Los bartenders, que juntos suman más de treinta años de experiencia en el sector, quisieron adaptar el formato "tapa" al mundo líquido, es decir: pequeñas raciones a un buen precio que permitiesen alargar la experiencia de la degustación. Marc Álvarez explica que su intención era la de "reivindicar el concepto de bar" dando la misma importancia a todas las bebidas, desde un vino a un cóctel, pasando incluso por una cerveza.
CREACIONES SORPRENDENTES
Sus cócteles no son los que uno espera cuando entra en la típica coctelería de toda la vida. Tienen personalidad, cuerpo, color y sabores que descolocan por completo a los clientes. El Espresso Martini, con una cremosa capa que recuerda a los populares café Dalgona; el toque de curcuma que da un toque exótico al Moscow Mule; el sabor casi de postre del Mil Fulls o el espectacular granizado del Daikiry de pomelo, hecho con una auténtica raspadora de hielo que sus mismos dueños trajeron de México, marcan la diferencia en Sips. "Usamos diversas herramientas que provienen del mundo del laboratorio como el masticador. Esto nos permiten mezclar aromas e ingredientes con un resultado sorprendente, conservando aquello original y natural del producto", explica Caporale.
Como empresarios de éxito del siglo XXI, Marc Álvarez y Simone Caporale saben que para triunfar hay que "crear experiencias a partir de todos los elementos sobre los que se construye un cóctel". Por eso mismo, junto a artesanos del cristal, han diseñado una vajilla específica para cada uno de sus cócteles, "cámara Olfativa”, por ejemplo. "Este recipiente incrementa le experiencia del perfume del cóctel, concentrando los aromas en el paladar", explica Marc.
Los visionarios de la restauración también acompañan su carta de cócteles con pequeños bocados como el Hot Dog de pulpo o el Tartar de Jerez Palo Cortado para compartir.
UN 'MUST' EN BARCELONA
A pesar de que Sips fue uno de esos negocios que tenía que abrir en 2020, pero que se vieron frustrados por la pandemia, la ciudad condal lo ha acogido de una forma excepcional. Vecinos del barrio del Eixample y de otras partes de la capital catalana acuden al local ubicado en el número 108 de la calle Muntaner para tomar algo después del trabajo, disfrutar de una primera cita o, simplemente, para deleitarse con las creaciones de los cocteleros.