La historia de Barcelona también puede ser contada a través de los restaurantes que la conforman. Muchos de ellos han sido testigos de momentos cruciales para el desarrollo de la ciudad, o visitados por grandes personalidades de todo el mundo. En otros se han cerrado acuerdos de gran envergadura, o simplemente han sido el refugio de importantes artistas durante conflictos internacionales.

Todo ello es lo que ha vivido el Bar Marsella, el más antiguo de la capital catalana, ubicado en el barrio del Raval. Tiene más de 200 años de historia, con lo que es un claro testigo de la evolución de Barcelona. Pese al paso del tiempo, su interior mantiene un particular estilo vintage que atrae a escritores, artistas y curiosos de todo el mundo. El ambiente único del lugar, con su decoración original y mobiliario clásico, transporta a los visitantes a otra época.

La absenta, su especialidad

Su especialidad es la absenta, una bebida alcohólica de alta graduación que ha sido parte integral de la bohemia artística. En este establecimiento, su preparación es todo un ritual. Se elige una marca de absenta, se coloca un terrón de azúcar en una cuchara con la bebida alcohólica sobre un vaso especial, se vierte y se rocía con agua fría. El proceso de creación de esta bebida es una ceremonia visual única.

Interior del Bar Marsella, restaurante histórico del barrio del Raval de Barcelona Cedida a Metrópoli

Punto de encuentro de artistas

A lo largo de los años, el bar ha sido escenario de encuentros creativos, debates literarios y reuniones históricas. Personalidades como Ernest Hemingway y Salvador Dalí han dejado su huella en este rincón emblemático de Barcelona. A pesar de los cambios en la ciudad, el Bar Marsella continúa siendo un refugio para aquellos que buscan sumergirse en la historia de la capital catalana.

Hace décadas que el Marsella lo dirige la misma familia y, sin ningún tipo de duda, aquel angustiante aprieto de ahora hace diez años supuso la dicotomía más difícil de su vida: cerrar o cambiar de ubicación. Después de recibir la notificación de que no les renovaban el alquiler porque los propietarios querían vender el edificio entero, decidieron que se llevarían toda la decoración porque el Bar Marsella tenía que mantener su esencia. Por suerte, los barceloneses pueden seguir disfrutando de un viaje al pasado cada vez que acceden al interior del local, que continúa en pie en el mismo barrio de toda la vida, el Raval.

Uno de los favoritos de Rosalía

Además de ser famoso por su historia, el Bar Marsella sirvió como punto de encuentro para artistas después de convertirse en el set de rodaje del videoclip de la canción Vampiros de Rosalía y Rauw Alejandro. En el vídeo, ambos recorren las calles del Raval en busca de fiesta en este local emblemático. Su característico suelo, las mesas de mármol donde alguna vez se sentó Picasso y la mítica absenta son algunos de los detalles que conforman el videoclip de la expareja.

Rosalía y Rauw Alejandro en el vídeoclip de Vampiros

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