Imagen de archivo de un plato de comida del Bar Pubill

Imagen de archivo de un plato de comida del Bar Pubill Instagram (@bar.pubill)

Gastro

El desconocido pueblo de Barcelona donde se come muy bien: tiene 814 habitantes y un restaurante de cocina catalana

El menú diario ronda los 12-15 euros e incluye primero, segundo, postre, pan y bebida. Los fines de semana ofrecen platos más elaborados, sin pasar de los 20 euros

Otras informaciones: Parece un bar madrileño de los 50, pero está en Barcelona: el restaurante con bocadillos gourmet y tapeo

Leer en Catalán
Publicada

Noticias relacionadas

A solo una hora en coche de Barcelona, escondido entre montañas y bosques, está Carme, un pequeño pueblo de la comarca de Anoia con menos de 800 habitantes. Un rincón tranquilo, auténtico y con una gastronomía que sorprende.

Aquí no hay turismo masivo ni prisas. Carme conserva el ritmo pausado de antes, con calles silenciosas, productos locales y comida de verdad. Es el sitio perfecto para desconectar y comer bien.

Comer como en casa

En Carme no encontrarás restaurantes modernos ni menús sofisticados. Pero sí algo mucho mejor: el Bar Restaurante Pubill.

Un local sencillo, de los de toda la vida, donde se cocina con cariño y se come en abundancia.

Imagen de la cuenta de Instagram del Bar Pubill

Imagen de la cuenta de Instagram del Bar Pubill Instagram (@bar.pubill)

El menú diario ronda los 12-15 euros e incluye primero, segundo, postre, pan y bebida. Los fines de semana ofrecen platos más elaborados, sin pasar de los 20 euros. Todo está hecho al momento y sin florituras.

Sabores de aquí

En el Pubill mandan las recetas tradicionales y los ingredientes de proximidad. Canelones caseros, estofado de ternera, caracoles a la llauna, conejo al ajillo o bacalao con alioli.

Imagen de archivo de un plato de la cuenta de Instagram del Bar Pubill

Imagen de archivo de un plato de la cuenta de Instagram del Bar Pubill Instagram (@bar.pubill)

También destacan las carnes a la brasa, servidas con guarniciones generosas. Y no falta el pan de payés, el aceite virgen extra y las verduras frescas.

Muchos de los productos vienen de la propia comarca. Eso se nota en el sabor y apoya a los productores locales.

Cómo llegar

Desde Barcelona se llega fácil. En coche, solo hay que tomar la A-2 hasta Igualada y luego seguir por la C-37 y la BV-2131. El paisaje acompaña todo el camino.

También se puede ir en transporte público. Desde Plaça Espanya, el tren de FGC va hasta Igualada. Desde allí, un bus de la línea L0220 lleva directo a Carme en unos 30 minutos.

Mucho más que buena comida

Carme también invita a pasear, respirar aire puro y disfrutar del entorno. Hay rutas de senderismo y ciclismo que salen del mismo pueblo y recorren bosques y paisajes rurales.

Imagen de archivo de la cuenta de Instagram del Bar Pubill

Imagen de archivo de la cuenta de Instagram del Bar Pubill Instagram (@bar.pubill)

Todo aquí va despacio: la gente, el día, el tiempo. Y eso es parte de su encanto.

Un secreto bien guardado

Carme no suele salir en las listas de pueblos con más encanto. Pero quizás por eso gusta tanto. Es auténtico, tranquilo y acogedor. Sin filtros ni artificios.

Si buscas un lugar donde comer bien, desconectar y sentirte como en casa, Carme te espera. Y si vas al Pubill, mejor reserva. Quien lo prueba, repite.