Montaje del chef Gregory Gourdet con su bar favorito de Barcelona de fondo

Montaje del chef Gregory Gourdet con su bar favorito de Barcelona de fondo Metropoli

Gastro

El bar de tapas favorito del chef Gregory Gourdet en Barcelona está en este barrio: "Voy siempre que estoy en la ciudad. Suele ser mi primera parada"

Gourdet valora la autenticidad de un lugar donde la tradición y el trato familiar se mantienen intactos

El municipio costero de Barcelona donde nació Bad Gyal: con urbanizaciones, muy demandado para vivir y con un legado histórico

Leer en Catalán
Publicada

Noticias relacionadas

El chef Gregory Gourdet, conocido por su paso por Top Chef y premiado con un James Beard Award, tiene claro cuál es su rincón favorito en Barcelona: el bar de tapas El Xampanyet, en el barrio del Born.

Así lo confesó en una entrevista con Condé Nast Traveler, donde destacó que cada vez que visita la capital catalana su primera parada es este local clásico.

Templo de la gastronomía tradicional

El Xampanyet, situado a pocos pasos del Museu Picasso, es un templo de la gastronomía tradicional barcelonesa. Famoso por sus anchovas, mejillones, almejas y tortilla española, el restaurante combina un ambiente bullicioso con un servicio ágil y cercano.

Imagen de archivo de El Xampanyet

Imagen de archivo de El Xampanyet El Xampanyet

Gourdet asegura que la sencillez y calidad de sus platos lo convierten en un imprescindible de sus viajes, hasta el punto de que siempre pide las anchoas nada más llegar. “Ese primer bocado marca el inicio del viaje”, explica.

Además, el chef valora la autenticidad de un lugar donde la tradición y el trato familiar se mantienen intactos.

Vínculo con la gastronomía catalana

“Es el epítome de la comida española simple y deliciosa”, dijo. Incluso destaca detalles pintorescos, como que los camareros aplauden cada vez que reciben una propina, un gesto que refuerza la calidez del ambiente.

Conocido por reinterpretar los sabores haitianos en su restaurante Kann en Portland (Oregón), Gourdet encuentra en Barcelona una fuente de inspiración culinaria.

Su vínculo con la gastronomía española viene de lejos, ya que trabajó en el restaurante catalán Mercat, en Nueva York, entre 2007 y 2012.

Desde entonces, asegura que cada regreso a la ciudad supone un reencuentro sentimental con una cocina que marcó su trayectoria.