Interior del restaurante Salsa Street Food de calle Muntaner de Barcelona
Este es el rincón de México que ha conquistado Barcelona con su reciente apertura: menú del día por 14 euros
Lo que hoy es uno de los locales más esperados del año en Barcelona nació en plena pandemia. Tres amigos —Alejandro Ferrer, Santiago Giralt y Carlos Matas— decidieron cocinar algo más que tacos
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La calidez se siente desde la entrada. Un resplandor ámbar ilumina los muros de piedra y madera del nuevo SALSA Street Food, el segundo local que abre sus puertas en la calle Muntaner 124, a pocos metros del Hospital Clínic.
La música suena al volumen perfecto —un hilo de ritmos actuales con un toque latino—, mientras el aire se llena de aromas de maíz, lima y cochinita recién salida de los fogones.
El salón principal invita a quedarse. La luz cálida se refleja en los jarrones de cristal con cera fundida, las mesas están cuidadosamente dispuestas y el ambiente transmite la serenidad de un lugar donde todo está pensado para disfrutarse sin prisas.
Interior de la salsa de eventos del restaurante Salsa Street Food de Barcelona
Al fondo, una sala privada preparada para eventos luce una decoración elegante y acogedora: flores secas, velas y un guiño al México más contemporáneo.
De dark kitchen a referente gastronómico
Lo que hoy es una de las aperturas más esperadas del año en Barcelona nació en plena pandemia. Tres amigos —Alejandro Ferrer, Santiago Giralt y Carlos Matas— decidieron cocinar algo más que tacos.
Su idea era reinterpretar la gastronomía mexicana con una mirada fresca, mezclando autenticidad y técnica. Así surgió SALSA Street Food, una dark kitchen en la calle Laforja que empezó con una sola mesa y una legión de fieles clientes a domicilio.
“Todo surgió de un amor muy especial por México”, explica a Metrópoli el encargado del nuevo local. “Los tres dueños han viajado muchas veces allí, se enamoraron de su cultura, su gente y su comida. Querían traer ese espíritu aquí, pero hacerlo con cariño, cuidando cada detalle.”
Interior del restaurante Salsa Streed Food de la calle Muntaner de Barcelona
Ese cariño se nota en los platos y en el ambiente. En abril de 2023, el proyecto se transformó en un restaurante con servicio en sala, y apenas dos años después ha dado el salto con este segundo local, consolidando a SALSA como una de las propuestas más frescas y sinceras de la nueva escena gastronómica barcelonesa.
Una cocina con alma
El corazón del restaurante late en la cocina semiabierta, donde Santiago Giralt, formado en Alkimia y Alkostat bajo la tutela de Jordi Vilà, despliega su maestría. Su carta es un viaje entre México y Catalunya, con platos que respetan la tradición pero se atreven con la innovación.
La ensaladilla Pacífico, el tartar de corvina y la célebre croqueta de cochinita pibil, premiada como segunda mejor tapa de Cataluña en 2023, son algunos de los imprescindibles.
Pero el alma del menú está en el “Taco del mes”, una creación efímera que cambia cada cuatro semanas y mantiene la expectación entre los clientes habituales.
Tacos del restaurante de Salsa Streed Food de calle Muntaner en Barcelona
Con un ticket medio de 30 euros, SALSA ofrece una experiencia que combina técnica, sabor y calidez. Entre semana, el menú de mediodía por 14 euros demuestra que la buena cocina no está reñida con la accesibilidad.
Un lugar para quedarse
La interiorista Inés Sanfeliu ha dado vida a un espacio que conjuga la sofisticación con el alma callejera. El resultado es un listening bar contemporáneo donde los comensales pueden cenar, tomar una copa o prolongar la sobremesa al ritmo de vinilos cuidadosamente seleccionados.
Cada rincón tiene un propósito: la cocina semiabierta conecta al chef con el público, la barra invita al diálogo y el juego de luces cálidas transforma el ambiente según avanza la noche.
En la sala del fondo, pensada para eventos y grupos, las velas derretidas en jarrones artesanales crean una atmósfera íntima, perfecta para celebraciones privadas.
México, con acento barcelonés
El proyecto destaca por su auténtico respeto a la cultura mexicana, pero también por su reinterpretación local. “Aquí todo se hace con cariño", dice uno de los dueños.
Esa filosofía explica por qué SALSA ha logrado crear comunidad. Su clientela mezcla jóvenes que buscan una cena con alma, familias que valoran la cocina honesta y profesionales que llenan el local a mediodía.
Quesadilla del restaurante Salsa Street Food de calle Muntaner de Barcelona
El ambiente es relajado, pero cada detalle está medido: el servicio es cercano, el ritmo del salón fluye, y la música, siempre presente, acompaña sin robar protagonismo a la conversación.
Dos locales, una misma esencia
El primer SALSA, en la calle Laforja, se diseñó junto a la agencia Alan Crew y el arquitecto Marcos Duffo. Era color, energía y espíritu callejero. El nuevo, en cambio, apunta a la madurez del proyecto: sofisticación sin pretensiones, una estética más sobria y un ambiente que invita a volver.
Ambos comparten algo fundamental: una forma honesta de entender la gastronomía mexicana. Los tres socios no provienen todos del sector de la restauración —dos vienen del mundo digital y de empresas como Glovo—, pero su pasión por la cocina ha sido el motor que los ha llevado a consolidar un proyecto auténtico, sin artificios.
El sabor de lo bien hecho
SALSA Street Food se ha ganado un lugar entre los grandes exponentes de la nueva cocina mexicana en Barcelona. No pretende competir con los restaurantes de mantel blanco ni con las taquerías de barrio, sino crear un punto intermedio donde el sabor, la técnica y la emoción se den la mano.
Croquetas del Restaurante de Salsa Street Food de calle Muntaner de Barcelona
“Nuestro objetivo es hacer las cosas con cariño, y eso se nota en los platos”, concluye el encargado. “Queremos que cada cliente sienta que está comiendo algo hecho con amor, con respeto y con mucha pasión por México.”
En una ciudad donde los conceptos gastronómicos se multiplican, SALSA Street Food ha encontrado su lugar: un espacio cálido, luminoso y lleno de vida, donde cada bocado recuerda que las mejores historias —como las mejores recetas— nacen del corazón.
