La evolución de las calles engalanadas de Gràcia
La tradición no es tan temprana como su Festa Major, aunque presume de un largo recorrido
13 agosto, 2017 20:43Noticias relacionadas
Si la llegada de agosto levanta revuelo en Gràcia, en el resto de Barcelona no se queda corta. Los cuchicheos sobre qué temas habrán elegido sus vecinos para deleitar a los visitantes se suceden y hay quien no tarda en hacer porras. Aunque es imposible imaginar una Festa Major de la Vila sin sus vías engalanadas, lo cierto es que la costumbre no es tan temprana como su fiesta, que este verano cumple 200 años. Pero también puede presumir de largo recorrido.
Concretamente, el origen de los actuales adornos se remonta a 1850, cuando el recién estrenado Ayuntamiento de la Vila invitó a sus vecinos y vecinas a decorar los balcones y frontis de sus casas para la ocasión. Es también en este año cuando se adorna por primera vez la fachada de la actual sede del distrito. Una fachada que, para celebrar la efeméride, vuelve a lucir un decorado floral durante estas semanas.
En sus inicios, sin embargo, los ornamentos eran mucho más modestos y se conformaban esencialmente por enramadas de origen vegetal, muy lejos aún de los auténticos escenarios de película que se recrean en Gràcia hoy en día.
VERDI, PIONERA
En 1862, cuando el entonces carrer Ample (Verdi) se encontraba en plena urbanización, los vecinos de la calle empezarían a decorar conjuntamente la vía, también con elementos vegetales. La primera referencia escrita en la prensa de una vía totalmente engalanada habla precisamente de esta calle, mientras que la fotografía más temprana que se conserva muestra el antiguo carrer Culebra, actualmente Francisco Giner, y data de 1894.
En el artículo sobre el Carrer Ample se explica que sus vecinos querían tenerlo engalanado y iluminado durante dos días y se hace referencia a la programación para las fiestas en esta calle, que incluía los juegos de la cucaña, música y baile. Sin embargo, no es hasta la década de los 20 cuando se empiezan a premiar los mejores diseños.
ADMIRADA A NIVEL INTERNACIONAL
La práctica de decorar las vías durante las fiestas se extendió a otros barrios de Barcelona a principios de los años 30. De hecho, en alguno de ellos fue una costumbre ampliamente generalizada hasta los 60, aunque Gràcia fue siempre el que más sobresalió por lucir los adornos más complejos, trabajados y sofisticados.
Paulatinamente, el resto de Barcelona dejó atrás este práctica, a excepción de Sants y Poblenou, donde aún se decoran algunas vías para sus respectivas fiestas, y Gràcia se convirtió en un referente indiscutible en la disciplina, admirado incluso fuera de la capital.
De hecho, su amplia tradición en transformar el espacio humano perimite equipararla a las fallas valencianas, las fiestas de Santo António de Lisboa o el Desfile de Silleteros de Santa Elena de Medellín, como muestra la exposición 'Guarnir el món' en el Palau de la Virreina.
EFEMÉRIDE CON DECORADOS
Este año, coincidiendo con el bicentenario de la Festa Major de Gràcia se decorará de nuevo el carrer Gran de Gràcia, aunque no solo serán sus vecinos los encargados, sino que se hará con la colaboración del Distrito, la Associació de Comerciants, los alumnos de diseño de la Escola Massana, el Institut Europeu de Disseny y los niños y niñas de las escuelas de la Vila. Por petición popular, la vía lucirá ornamentos vegetales y florales en honor a los orígenes de la Festa Major.
Además, para celebrar esta efeméride, el carrer Francisco Giner, antiguo carrer Culebra, se decorará también con las tradicionales enramadas con un diseño a cargo de 'Els amics de les Enramades de Sallent'.