Gràcia, el Little Tokyo de Barcelona
Cada vez más restaurantes japoneses eligen el bohemio barrio de Gràcia para sus locales por motivos diferentes
3 diciembre, 2017 13:42Noticias relacionadas
La cocina japonesa lleva una década irrumpiendo con fuerza en España. Con el sushi por bandera, la gastronomía nipona se ha hecho un hueco también en Barcelona, sobre todo en una zona en concreto de Vila de Gràcia, donde uno de cada tres restaurantes es japonés. Durante un tiempo se asoció esta cocina al sushi, tan reclamado por influencers y modelos por ser una comida saludable. Sin embrago, la cocina japonesa va mucho más allá de los populares y fotogénicos uromakis. Y el tiempo lo está demostrando.
Hace 15 años, abría sus puertas en Jardinets Parco Sushi Sashimi, uno de los primeros restaurantes japoneses en Gràcia. Maxi, el dueño del local, lo impulsó con un cocinero nipón, apostando por la “cocina fusión”. El espacio –elegante, exclusivo– se caracteriza por una luz tenue y una decoración con muebles de los años 70 originarios de América. “Nosotros elaboramos platos sencillos y de buena calidad, y nos sigue funcionando bien”, cuenta el dueño, Maxi, a Metrópoli Abierta.
Otra de las veteranas en el distrito es Ángela, que inauguró su restaurante de cocina mediterránea hace 11 años. Unos años más tarde, la carta dio un giro y empezó a incluir platos japoneses. Juntos, pero no revueltos. Por un lado, la especialidad mediterránea y, por otro, la japonesa, de la que se encarga un cocinero local. YOKOMO es un local acogedor, de buena calidad y precio asequible.
Ángela explica a Metrópoli Abierta que tienen mucha competencia en la zona. “Aquí al lado, casi puerta con puerta, se ha puesto un local de comida japonesa”, dice apenada. “Y como el ayuntamiento no legisla de ningún modo este tipo de competencia, así estamos”, añade. La globalización ha intensificado este proceso. “Ahora hay gente que hará lo mismo que tú, pero más barato, y así es difícil competir”, termina la dueña.
No es el caso de Tokyo Sushi Gràcia, el negocio familiar que se encuentra cerca de YOKOMO. Hace casi 40 años, en 1978, el padre de Akira abría el primer japonés de Barcelona en el barrio Gòtic. Tras un gran éxito, hace tres años, Akira junto con su hermano, decidió extender el negocio y eligieron Gràcia para hacerlo. “Igual que en la calle Pelayo hay mil zapaterías, aquí hay restaurantes japoneses”, dice Akira riendo. En su caso eligieron Gràcia por el tipo de cliente. “Normalmente es gente moderna, que se cuida, en algunos casos, vegana”, comenta Akira a Metrópoli Abierta.
Cada restaurante japonés en Gràcia, este Little Tokyo barcelonés, se ha especializado a su manera, como forma de diferenciación del resto. Por ejemplo, en Rio Teppan Okonomiyaki, un local minúsculo a la par que entrañable, ofrecen las famosas “tortillas japonesas”, Okonomiyaki, un plato muy apreciado en el país. En el suyo y en el nuestro. En Monster Sushi abogan por la cocina japonesa moderna y atrevida, inspirada en sabores del mundo, como por ejemplo, el peruano, con cheviche en sus makis. El restaurante Nomo se caracteriza por la estética y cocina que ellos mismos definen como “cosmopolita”.
Luego, dos manzanas más adelante, está el famoso Buffet Japonés KOYO, donde uno puede probar todo lo quiera por un precio cerrado, hasta atiborrarse. Y cerca de la Vía Augusta se encuentra Fan Shoronpo, un restaurante japonés que abrió hace dos años y medio y está especializado en ramen, gyoza y shoronpo. El ramen es la típica sopa con fideos, sabrosísima, la gyoza es una empanada que puede cocinarse al vapor o la sartén, y los shoronpo también son empanadas al vapor, pero con caldo dentro. En este caso confluyen la cocina china con la japonesa.
GRÀCIA, CUESTIÓN DE PRECIO
Fan Shoronpo forma parte del proyecto de una empresa japonesa que lleva 20 años de trayectoria. En Barcelona, el único restaurante que tienen está en Gràcia. Eligieron esta zona, curiosamente, porque según Keita, el dueño, “Gràcia era más barato que otros distritos”. Ahora, unos años más tarde, está encantado con Gràcia. “Este barrio es lo mejor de Barcelona”, dice Keita con su deje japonés que aún mantiene. “Lo mejor”, recalca con énfasis. Hablamos sobre la competencia en la zona, pero él lo tiene claro. “¿Competencia? Aquí no hay. Hay pocos restaurantes japoneses en comparación con mi país. Ahí sí que es duro competir”.
Otro restaurante que eligió Gràcia fue Izakaya Sushi Bar, que nació en Sabadell en 2012. Con locales en Terrassa y en Sant Cugat, hace casi dos años, inauguraron su primer restaurante en el área metropolitana de Barcelona. ¿Y qué lugar eligieron para ello? Dejémoslo en pregunta retórica. “Los dueños buscaban un barrio emblemático y creo que acertaron con este”, cuenta Rami, el encargado del establecimiento en Gràcia, a Metrópoli Abierta. Izakaya, el nombre del bar, es un concepto japonés que significa taberna. Pero no es una taberna cualquiera, es un espacio donde se reúnen los jóvenes después de una jornada de trabajo o una noche de fiesta. Idóneo para el barrio, cuyos habitantes son mayoritariamente jóvenes trabajadores o estudiantes.
Esta zona del barrio de Gràcia, cerca de la Avenida Diagonal, se ha convertido en un Little Tokyo gastronómico que ha pasado desapercibido. Estos restaurantes ofrecen lo mejor de Japón, aunque siempre con un denominador común: su cocina es fusión. Es decir, occidentalizada. Cada uno con su especialidad y rasgo distintivo han sabido conquistar al público barcelonés bohemio que acude a Gràcia para vivir o pasear y descubrir nuevos –y recónditos– locales. Una zona ideal en Barcelona para poder decir con orgullo el mítico “Sayonara, baby” de Terminator. Que en este caso, encaja.