Casi 100 personas, convocadas por el Sindicato de Inquilinos y la Oficina de Vivienda Popular de Gràcia, han logrado detener este miércoles el desahucio de dos vecinos que viven en ese barrio desde hace doce años, a los que les han subido un 30 % el alquiler de 1.000 euros que pagan por su vivienda.

SIN ACUERDO

Según la Oficina de Vivienda Popular de Gràcia, los dos vecinos han pagado durante doce años el alquiler, que últimamente ascendía a 1.000 euros al mes, pero desde hace un año la propietaria del inmueble decidió incrementar el coste un 30%.

Ante esta situación, la familia afectada pidió una negociación con la casera, con la que no se llegó a ningún acuerdo, y por ello, cuando el contrato de alquiler finalizó, ellos siguieron abonándole los 1.000 euros.

PRECIOS ABUSIVOS

Juan y Lívia, los dos afectados, lo han hecho durante doce meses, pero ante la negativa de la propietaria a negociar, la familia decidió dejar de pagar.

Una vez parado el desahucio que la Audiencia Provincial había programado para hoy, los manifestantes han tirado billetes simulados al suelo en protesta de los precios abusivos que exigen los caseros y han lanzado gritos como: "Juan y Lívia se quedan en el barrio", "Este desahucio lo hemos ganado" o "¿Quién ha ganado? El pueblo organizado".

Noticias relacionadas