Un solar se enquista en la antigua Casita Blanca, el templo de la infidelidad en Barcelona
El espacio suma años pendiente de la creación de la rambla verde del barrio de Vallcarca
6 noviembre, 2022 00:00Noticias relacionadas
Entre los lugares emblemáticos ya desaparecidos de Barcelona, se encuentra la Casita Blanca. Durante prácticamente un siglo (1912-2011), este meublé ubicado en el número 2 de la calle de Bolívar, en Vallcarca, se convirtió en el templo de la infidelidad de la capital catalana hasta que la administración del exalcalde Jordi Hereu llevó a cabo su derribo.
Este hotel tenía un funcionamiento sencillo. Las parejas que no querían ser vistas pagaban por disponer de una habitación por horas y una discreción absoluta, ya que la breve estancia de estas no requería registro y su acceso por el parking ayudaba al anonimato.
Hace 11 años, el regidor socialista Guillem Espriu puso fin a este histórico establecimiento con su demolición. Tras todo este tiempo, el espacio continúa albergando un solar de tierra con escasos bancos que dista mucho de la zona verde que debería acoger desde hace años.
INICIO DE LA RAMBLA VERDE
La Associació de Veïns Pro-Vallcarca explica que la antigua Casita Blanca corresponde a la parte inicial de la rambla verde. Desde el colectivo vecinal afirman que el proyecto "lleva aprobado 20 años", pero que todavía permanece la actual "parcela" sin fecha para su reconversión.
El grupo vecinal señala que Espriu, entonces concejal de Gràcia, "comenzó el primer tramo de la iniciativa pensando que el proyecto saldría adelante". Lejos de esta materialización, la planificación sigue encallada y tiene a los okupas como principales opositores de la misma, ya que rechazan la demolición de las casas en las que se encuentran y que están afectadas por la modificación del Pla General Metropolità (MPGM) en el ámbito de la avenida del Hospital Militar - Farigola: "Los alternativos quieren que las casas sigan en pie. Habrá que dejar pasar estas elecciones y que la cosa se acelere", subrayan desde la asociación.
Fuentes vecinales señalaron recientemente a Metrópoli que la rambla de Vallcarca es un "proyecto necesario", y denunciaron su "paralización" durante años. Por ello, se mostraron partidarios de recuperar el proyecto original como una transformación positiva para el barrio.
DESESPERANZADOS
Dos vecinas de la calle de Bolívar se muestran partidarias de transformar el actual espacio en una zona verde. Apuntan que actualmente es un solar donde "la gente mayor da uso a los bancos", pero su función no va más allá.
Una de las residentes explica que asistió a una sesión informativa organizada por el Ayuntamiento "antes de la pandemia", en la que se presentó la rambla verde como un "proyecto maravilloso" que se ha quedado sobre el papel. "Me pareció bien que se derribara la Casita Blanca y se cambiara por esto, pero sería fantástico que se hiciera la rambla".
Las residentes también señalan a los okupas que se encuentran en las fincas ubicadas entre la calle de Bolívar y la avenida de Vallcarca como principal escollo para que la iniciativa se ponga en marcha. "Está encallada por la presión que han hecho, por eso ningún ayuntamiento lo ha sacado adelante. No creemos que se vaya a ejecutar, aunque nos encantaría que se hiciera", remarcan.
LOGRAR UN ACUERDO
Fuentes municipales recuerdan que el espacio que ocupaba la Casita Blanca está calificado de jardín de nueva creación (6b) en el ya mencionado MPGM que se aprobó en 2002.
Según estas fuentes, este plan no tiene un "consenso vecinal", por lo que afirman que actualmente se está trabajando para conseguir un acuerdo parecido al que se trabajó en 2018 con el vecindario y los grupos políticos para modificar los PGM de la zona de Vallcarca, situada entre la calle de Medes y bajo el viaducto del barrio.
EMBLEMA DE BARCELONA
Los 99 años de trayectoria de la Casita Blanca la convirtieron en un emblema de Barcelona. Su medio centenar de habitaciones motivadas por el sexo por horas sobrevivieron a una Guerra Civil y a una dictadura, y sirvieron de inspiración para la expresión artística.
En el año 2002, Carles Balagué le dedicó el film La Casita Blanca. La ciudad oculta. En el año de su derribo, la directora Sílvia Munt hizo lo propio con la producción Meublé. La Casita Blanca.
El cantautor Joan Manuel Serrat, cuya gira de despedida recalará en Barcelona en el mes de diciembre, le dedicó una canción con su propio nombre en los años 70, incluida en su álbum Para piel de manzana.