Los jardines de Canals-Junyer, situados en un palacete de principios del siglo XX que albergó el consulado de Dinamarca, ya están abiertos al público. Este edificio, propiedad de la Diputación, lo han cedido al Ayuntamiento de Barcelona, que ha renovado los jardines y planea dinamizar el área para convertirla en un nuevo centro de actividad en el barrio de Vallcarca i els Penitents.
Las obras, que han durado 10 meses y costado 990.000 euros, han servido para adecuar el jardín, conservando los árboles existentes e instalando un pavimento accesible. Además, junto al palacete, se ha construido una pérgola de madera que alberga un kiosco con servicio de cafetería y una terraza.
Nuevo espacio en Vallcarca i els Penitents
En cuanto al palacete, se ha vaciado su interior y se ha recuperado el pavimento de baldosas hidráulicas. Este nuevo espacio se destinará a actividades de dinamización social y cultural.
El acceso a los jardines, que anteriormente solo era posible desde el viaducto de Vallcarca, ahora cuenta con una nueva entrada en la parte baja, por la calle de Gustavo Bécquer. De este modo, durante el horario de apertura, los jardines funcionan como un atajo entre esta calle y el viaducto, facilitando la conexión entre ambos puntos que antes estaban mal comunicados debido a la diferencia de nivel.