Barcelona abrirá al público uno de los miradores más antiguos de la ciudad. Se trata de la Torre del Rellotge, ubicada en la plaza de la Vila de Gràcia. Del 14 al 21 de agosto, este emblemático edificio de 1846 se podrá visitar con motivo de las Fiestas de Gràcia 2024, que este miércoles dan el pistoletazo de salida.

Desde lo alto del campanario, los visitantes podrán disfrutar de unas privilegiadas vistas de la ciudad, así como del barrio de Gràcia, que luce espectacular gracias a las decoraciones de sus calles. Para los que no lo sepan, la torre fue diseñada por el arquitecto Antoni Rovira i Trias, quien jugó un papel fundamental en el desarrollo urbanístico de Barcelona, su ciudad natal.

Horarios de visita

Gracias a sus 33 metros de altura, la Torre del Rellotge ofrece una vista privilegiada de la Vila de Gràcia. Se podrá visitar del 14 al 21 de agosto en grupos reducidos de cinco personas y en horarios de mañana y de tarde. Las visitas guiadas se organizan cada 30 minutos, siendo la primera a las 11:00 y la última a las 19:00 horas.

La Torre del Rellotge de la plaza de la Vila de Gràcia AJ BCN Barcelona

El precio de la entrada es de cuatro euros por persona. Previamente, es necesario inscribirse en el Taller d’Història de Gràcia de la plaza del Diamant. El horario de mañana es de 11:00 a 12:30 horas y el de la tarde de 17:30 a 19:00 horas.

Torre del Rellotge

Este emblemático reloj no solo es un punto de referencia arquitectónico, sino también un símbolo de la identidad y la resiliencia de una comunidad que ha sabido evolucionar con el tiempo. La historia de la Torre del Rellotge se remonta a mediados del siglo XIX, una época de grandes cambios y convulsiones en la región. Su construcción fue parte de un proyecto mayor para dotar a la entonces villa independiente de Gràcia de un Ayuntamiento propio, lo que reflejaba la creciente importancia de la localidad.

Pero la Torre del Rellotge no solo se encargaba de marcar las horas. En sus primeros años, albergó instrumentos para la observación astronómica. Con el tiempo, este edificio ha sido testigo de numerosos eventos históricos. Durante la Guerra Civil Española, la plaza de la Vila de Gràcia fue escenario de enfrentamientos y la torre sufrió algunos daños. Sin embargo, fue restaurada y se ha mantenido hasta ahora como un faro de la identidad local.