De revolucionar el barrio a medir los astros: así es la historia del reloj más famoso de Gràcia
Es un símbolo de la historia, la identidad y la evolución de un barrio que ha sabido conservar su espíritu comunitario a lo largo de los años
27 mayo, 2024 08:32Noticias relacionadas
En el corazón de la Vila de Gràcia, se erige una estructura que ha sido testigo mudo de innumerables acontecimientos históricos y sociales: la Torre del Rellotge de la plaza que da nombre al barrio. Este emblemático reloj no solo es un punto de referencia arquitectónico, sino también un símbolo de la identidad y la resiliencia de una comunidad que ha sabido evolucionar con el tiempo.
La historia de la Torre del Rellotge se remonta a mediados del siglo XIX, una época de grandes cambios y convulsiones en la región. La torre fue inaugurada en 1864, diseñada por el arquitecto Antoni Rovira i Trias, quien también jugó un papel crucial en el desarrollo urbanístico de Barcelona. La construcción de la torre fue parte de un proyecto mayor para dotar a la entonces villa independiente de Gràcia de un ayuntamiento propio, lo que reflejaba la creciente importancia de la localidad.
Un símbolo de la independencia de Gràcia
Originalmente, la torre no solo tenía la función de albergar un reloj público, sino que también servía como un símbolo de la autonomía y el espíritu independiente de Gràcia. En ese momento, la Vila de Gràcia era una entidad separada de Barcelona, con su propia administración y una fuerte identidad local. La torre, con su diseño neogótico, se convirtió rápidamente en un punto de referencia y un orgullo para los habitantes de Gràcia.
Pero la Torre del Rellotge no solo se encargaba de marcar las horas. En sus primeros años, la torre también albergaba instrumentos para la observación astronómica. Durante el siglo XIX, la observación de los astros era una actividad crucial para la medición precisa del tiempo. Los relojes de torre se sincronizaban con relojes astronómicos, que a su vez se ajustaban según las posiciones de los cuerpos celestes. La Torre del Rellotge de Gràcia jugó un papel en la conexión entre la medición del tiempo terrestre y la observación de los astros, reflejando una época en la que la astronomía y la cronometría estaban íntimamente ligadas.
Con el tiempo, la Torre del Rellotge ha sido testigo de numerosos eventos históricos. Durante la Revolución de 1868, conocida como La Gloriosa, que llevó a la destitución de la reina Isabel II, la plaza y su torre fueron un punto de encuentro para los revolucionarios. Más tarde, en 1870, Gràcia fue anexionada a Barcelona, lo que marcó el inicio de una nueva era para el barrio y su torre.
Un faro de identidad local
En el siglo XX, la torre continuó siendo un símbolo de resistencia y cambio. Durante la Guerra Civil Española, la plaza de la Vila de Gràcia fue escenario de enfrentamientos y la torre sufrió daños. Sin embargo, fue restaurada y se mantuvo como un faro de la identidad local.