VÍDEO: Así viven los barceloneses las Fiestas de Gràcia

Ni el calor, ni las lluvias, ni la masificación son motivo suficiente para no acercarse hasta Gràcia para disfrutar de sus fiestas. La ilusión por descubrir la decoración de las calles –visible no solo en los rostros de los más pequeños– convierte el barrio en un laberíntico recorrido donde las colas forman parte de esta “atracción”.

Hileras que adentran a los visitantes entre espectaculares decorados que trasladan a los más pacientes por mundos mágicos: bajo el fondo del mar, dentro de un videojuego, en Las Vegas o Japón o incluso entre cientos de medusas que, literalmente, dejan a la gente con la boca abierta.

“Esta es mi favorita”, se escucha repetidas veces. Hablan de la calle Tordera, por el momento, una de las grandes candidatas a llevarse el primer premio. “Es una maravilla y las tortugas son espectaculares”, señala una mujer a Metrópoli. Sorprender, a estas alturas de la vida, no es tarea fácil, aunque Gràcia lo consigue cada año. “Nunca nos las perdemos, hace 30 años que venimos”, comenta una pareja. Para otros, en cambio, es la primera vez. No es muy difícil darse cuenta, sus caras de sorpresa les delatan: “Es espectacular”.

La dedicación de los vecinos es la clave de todo: se entregan en cuerpo y alma a la preparación de las decoraciones. El trabajo es arduo, pero está lleno de ilusión. La misma que esperan despertar entre los visitantes. “La gente valora mucho todo el esfuerzo que hay detrás”, señala una vecina, que cada año se acerca hasta el barrio para descubrir las temáticas de las calles.

‘Tourist go home’

A través de las figuras y decoraciones, los vecinos de Gràcia también aprovechan para reivindicar lo que ya se ha convertido en la tónica dominante de las fiestas: “no al turismo”. Aunque entienden que la celebración se ha convertido en un reclamo para los extranjeros, temen que esta pierda su esencia por la masificación que desde hace años sufre el barrio: “Ha perdido autenticidad”. De hecho, es más que habitual encontrar la frase tourist go home en las calles del barrio. “Por la noche es un horror”, lamentan.

Incluso este año se ha dedicado una calle entera a ello, en Sant Pere Màrtir. En la entrada hay varios papeles pegados, grafitis y mensajes dedicados al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. Entre los decorados encontramos unas ratas subidas a un velero en contra de la Copa América de vela, otras en una alfombra roja como modo de protesta por el desfile que se celebró en el Park Güell de Louis Vuitton y otros muchos mensajes subliminales.

200 años de tradición e historia

Las fiestas de Gràcia son un evento que trasciende las fronteras del barrio, atrayendo a personas de toda Barcelona, de otras partes de España e incluso de otros países. La costumbre de engalanar las calles se remonta a 1877, cuando existen referencias del primer concurso de decorados. Una tradición que se ha ido enseñando de padres a hijos, transformado lo que empezó como una modesta fiesta de barrio en un evento imprescindible para los barceloneses y que mantiene viva la llama de la ilusión de aquellos que lo viven.