El PSC fue la tercera opción más votada en las elecciones municipales del 26 de mayo de 2019, pero Álex Pastor (Barcelona, 40 años) fue proclamado alcalde de Badalona después de duras acusaciones de Xavier García Albiol (PP), el candidato con más respaldos, y los recelos de ERC. Sólo en 1991, el candidato vencedor (el también socialista Joan Blanch) obtuvo la mayoría absoluta en un consistorio muy dividido y golpeado por el proceso secesionista. Pastor, que de joven militó en las juventudes del PSC y en UGT, sabe que no lo tendrá fácil para gobernar, pero intenta tomarse la vida “con un poco de calma” tras sufrir un preinfarto a finales de enero.
¿Recuperado?
Sí. Por suerte todo quedó en un susto. Por la mañana noté arritmias, fuertes dolores en el pecho. Vi que algo no funcionaba bien y fui a Barcelona al médico. Tuve que hacer reposo y seguimiento para descartar patologías graves. Hay que tomarse la vida con otra filosofía, comer bien, a las horas que toca y, sobre todo, descansar. Voy a dedicarme en cuerpo y alma a Badalona pero con otro ritmo.
¿Las tensiones vividas en Cataluña han impactado muy fuerte en Badalona?
Sí, pero como alcalde me centro en la gestión. Badalona ha vivido unos años muy convulsos, pero no solo por la cuestión identitaria. Si nos comparamos con L’Hospitalet de Llobregat, Badalona no ha tenido gobiernos sólidos con proyectos a medio y largo plazo. Esta parte del Besòs, además, ha perdido la energía que Barcelona desaprovechaba para dársela a L’Hospitalet, que tiene una alcaldesa fuerte. Aquí se ha cambiado mucho de color político y proyecto, y se ha notado. Yo ofrezco diálogo, hablar con todas las fuerzas políticas y sentar las bases de un proyecto que vaya más allá del día a día.
¿En el Barcelonès Nord se sienten abandonados por el Área Metropolitana de Barcelona?
Yo creo que el Barcelonès Nord debe ser uno de los pocos nortes que es más pobre que el sur. Falta una acción conjunta que pasa por ser más generosos con Sant Adrià de Besòs, Santa Coloma de Gramenet y Badalona.
¿Por ejemplo?
Badalona era una población que vivía completamente de espaldas al mar, con un litoral lleno de industrias químicas. La ciudad se ha transformado y se ha abierto al mar, con un litoral de cinco kilómetros al que se puede llegar desde todos los barrios. Pero nos falta una segunda fase para conectar Badalona con Sant Adrià, Barcelona, Montgat y el Maresme.
¿Es posible soterrar las vías del tren?
En este mandato es prioritario sentar las bases de un proyecto urbanístico para transformar la autopista, que actúa como barrera física y social en Badalona. La autopista tiene que ser una vía interurbana rápida, como la Gran Via de L’Hospitalet de Llobregat, que no rompa la ciudad. En Badalona hay un contraste muy claro entre los barrios por los indicadores socioeconómicos. Como socialista quiero fomentar la igualdad y deseo una Badalona equilibrada, con más recursos, que favorezca la inclusión y la cohesión.
García Albiol ganó las elecciones y les acusó de moverse contra él por odio y rencor.
Todo lo contrario. El populismo de la derecha que inició Xavier García Albiol parte del odio, de la exclusión de quien piensa diferente. Como socialistas, queremos lo contrario. Si no es alcalde de Badalona es porque no logró que le votaran otras formaciones que no fueran la suya en un pleno municipal. A mí, en cambio, me apoyó gente que piensa totalmente diferente desde el punto de vista identitario, y que está en las antípodas de mí, para intentar construir una Badalona de todos y para todos.
¿Por qué García Albiol es el candidato más votado en Badalona?
Porque incita al odio y entiende la política entre vencedores y vencidos, entre matar al otro o vencer al contrincante y no convencer. Esta táctica te da mucha notoriedad pero genera muchos detractores. García Albiol ha sabido exprimir un populismo que ha enfrentado a los ciudadanos. Era él o el resto del mundo. Y lo que tenemos que hacer es convivir entre todos.
Tampoco tiene una relación idílica con ERC, que logró más votos que el PSC en las municipales.
Es evidente que pensamos diferente en muchos temas, pero ahí está la gracia. La política es pactar y que todos cedamos. Es importante trabajar desde la generosidad, pero también desde un liderazgo fuerte. A Badalona le falta amplitud de miras. La Badalona que quiero para mis hijas no es la Badalona de 2020, sino la Badalona de 2030.
¿Qué se ha hecho bien y que se ha hecho mal en Badalona en los últimos 10 años?
Badalona ha tenido gobiernos en minoría y proyectos que no han durado más allá de un mandato. En esta década hemos vivido una crisis económica y la ley Montoro, que ha obligado a los municipios a pagar las deudas del Estado y no poder revertir los beneficios en nuestras ciudades. Cuando tú compras un piso, si no arreglas una puerta que se estropea el primer día, al final no puedes hacer un mantenimiento. Necesitas una gran inversión. Ésta es la situación actual de Badalona. Por ejemplo, tenemos instalaciones deportivas municipales que requieren mucho dinero. Si queremos ponernos al día, tenemos que aprobar unos presupuestos para inversiones. Recuerdo la Badalona de 2011 a 2015. Era la Badalona de García Albiol como alcalde gracias al apoyo de Convergència, mientras Artur Mas, en la Generalitat, aprobó unos presupuestos gracias al PP. Y en la Diputación de Barcelona gobernaron juntos. ¿Hasta cuándo? Hasta que salieron casos de corrupción y cada uno sacó una bandera. Se olvidaron de la política para iniciar un choque de trenes.
¿Dónde le gustaría que estuviera Badalona en 2030?
Badalona todavía puede exprimir el potencial industrial de hace 50 o 60 años si nos ponemos al día y actualizamos una serie de sectores. Tenemos un litoral precioso y podemos potenciar el turismo extranjero y de otros municipios cercanos. Quiero una Badalona que sea un referente nacional e internacional con nuestro polo de investigación biomédica en Can Ruti. Tenemos el Institut Guttmann, la Fundación Carreras y somos un referente en enfermedades minoritarias. Pero, sobre todo, quiero una Badalona justa e igualitaria en el futuro que se aproveche de su cercanía con Barcelona.
¿Los recelos de Ada Colau con la creación de nuevos hoteles beneficia a las poblaciones cercanas?
La moratoria hotelera de Barcelona ha permitido que Badalona construya un hotel en el puerto y levante otro al lado del Màgic. Queremos que no solamente L’Hospitalet se beneficie de su proximidad con Barcelona.
¿Los graves problemas de seguridad que padece Barcelona han llegado a Badalona?
En Badalona, según los datos de criminalidad del Ministerio de Interior, los delitos han subido el 1,9%, pero está muy por debajo de la media metropolitana. La criminalidad ha aumentado el 9% en Mataró, el 10% en L’Hospitalet y el 20% en Barcelona. En Badalona, con 1,4 millones de euros, hemos hecho la mayor inversión de la historia para potenciar la Guardia Urbana con 50 nuevos agentes. Estamos trabajando conjuntamente con Sant Adrià y hemos tenido una reunión con Albert Batlle (responsable de Seguridad en Barcelona) para trabajar conjuntamente. La seguridad no es un tema local. Lo que expulsa Barcelona perjudica a las poblaciones próximas. Otro asunto prioritario es la limpieza y este año vamos a renovar la contrata.
Sant Roc es uno de los cuatro barrios más conflictivos de Barcelona y su área metropolitana.
Sí, pero en el último balance de criminalidad se refleja un descenso de los delitos porque se ha actuado contra el tráfico de drogas, en colaboración con los Mossos. Me gustaría que el conseller Buch se acordara de que Badalona tiene una comisaría. En seguridad todavía nos falta mucho, pero vamos en la buena dirección.
¿Qué medidas propone para combatir la delincuencia y la inseguridad en Sant Roc?
Le pondré un ejemplo. El 5 de enero de 2019 hubo un incendio en un edificio de Sant Roc que ocasionó víctimas mortales. En algunos pisos se cultiva un tipo de droga y la potencia de la luz se dispara. Con la compañía suministradora de la luz y los Mossos trabajamos para desactivar esos pinchazos y evitar problemas de salud pública. Las denuncias por delitos sexuales han subido mucho y estamos presionando para que no se elimine el juzgado de violencia de género que tienen en Santa Coloma de Gramenet. Esos recursos se tienen que ampliar, no eliminar.
¿La Barcelona metropolitana es el mejor remedio contra una Barcelona fracturada por el proceso independentista?
El conflicto catalán se tiene que solucionar entre todos y con diálogo. Hay que respetar al que piensa diferente, pero todos estamos amparados por una constitución. El Área Metropolitana de Barcelona, por ejemplo, tiene un gobierno amplio, multicolor, sin guerras internas. Es una administración al servicio de 36 municipios.
¿El alcalde o la alcaldesa de Barcelona debe liderar el AMB aunque su formación política no sea la más votada?
El ayuntamiento que tiene más recursos es el de Barcelona y es el que debe ser más generoso y liderar el AMB. El vicepresidente es Antonio Balmón, alcalde de Cornellà, que no es el segundo municipio más poblado. Seguramente es uno de los alcaldes que más apoyos y recursos tiene, como Núria Marín y Núria Parlón en L’Hospitalet y Santa Coloma de Gramenet. Son alcaldes muy reforzados por su ciudadanía.
¿Comparte las restricciones a los vehículos privados de Colau?
Entiendo que se sancione a los vehículos más contaminantes y se fomente el transporte público. Badalona tiene los mismos problemas que Barcelona. Muchos ciudadanos van a trabajar a Barcelona y muchos barceloneses se desplazan a nuestros polígonos industriales. En los barrios más lejanos de Barcelona, la contaminación disminuye. Podemos pensar localmente, pero debemos hacerlo globalmente.
¿Es mejorable la movilidad en Badalona?
Sí. En Badalona queremos que el tranvía conecte el sur de la ciudad con el centro. También queremos que el metro llegue hasta Montigalà y Bufalà. Y queremos mejorar la conexión y la conectividad con Can Ruti, porque ahora solo se puede llegar con transporte privado o con algunas líneas de autobús. Tenemos mucho camino por recorrer.
¿Cuál es el principal problema de vivir tan cerca de Barcelona?
Cuando Barcelona se resfría, Badalona estornuda. Un ejemplo es la seguridad. Aquellas políticas que no se pueden aplicar en Barcelona pueden repercutir en nuestra ciudad.
¿Es favorable a los procesos de remunicipalización de algunos servicios básicos como pretendía Colau?
Antes de posicionarse hay que valorar si la remunicipalización es viable económicamente y si este servicio será de mayor calidad que el actual para los ciudadanos. ¿Podemos soportar esta inversión o no? Tenemos que ser pragmáticos en esta cuestión. En el caso del agua, además, hay una sentencia judicial que debemos acatar.