Santa Coloma de Gramenet se ha puesto las pilas contra los picos de delincuencia que han azotado últimamente la ciudad y que han provocado un aumento la percepción de inseguridad entre la población. Y lo ha hecho creando la Unidad de Apoyo e Intervención Rápida (USIR), una nueva sección de la Guardia Urbana especializada en la prevención y la represión de la delincuencia.
Y la unidad ha empezado con buen pie. En su primer mes de vida ya acumula varias detenciones, decenas de intervenciones de sustancias estupefacientes y armas blancas, y la desarticulación de un taller clandestino que, no sólo explotaba a los trabajadores, sino que confeccionaba prendas sanitarias sin homologación. Metrópoli Abierta se ha desplazado hasta Santa Coloma para relatar cómo actúa la USIR, y ha sido testimonio directo de una acción policial contra el juego ilegal.
ASÍ ES UNA REDADA DE LA USIR
Durante el patrullaje de la nueva unidad en el barrio de Fondo del pasado jueves, los agentes detectaron que, en un bar regentado por personas de origen asiático, se celebraba una partida de póker con más de 500 euros encima de la mesa. “En Cataluña hay determinados juegos de azar que están prohibidos; sólo se pueden celebrar en casinos o en centros habilitados para tal efecto, y el póker es uno de ellos”, explicaba a este medio el jefe operativo de la USIR, Iván Nogales, en plena operación.
Los agentes levantaron varias actas, que conllevaron la apertura de un expediente sancionador a los participantes del juego y al responsable del local, que también se llevaba una comisión. Además, en el transcurso de la identificación de los jugadores, un policía detectó que una de las personas podía tener una orden de búsqueda y captura por un delito contra la propiedad intelectual. Por este motivo se le llevó a la comisaría de los Mossos de Esquadra para, mediante las huellas dactilares, poder corroborar si se trataba del mismo infractor.
UNA UNIDAD “QUIRÚRGICA”
Esa operación contra el juego ilegal de la que Metrópoli Abierta fue testigo directo es sólo un ejemplo de cómo actúa la USIR. Es una policía “quirúrgica”, porque “extirpa” la delincuencia allí donde se encuentra. Un poco como el Equipo A de la Guardia Urbana colomense. “Cuando hay un acto delictivo la Unidad actúa con la contundencia que nos permite la ley. Ellos van y lo solucionan”, sentencia la tenienta de alcaldía de Seguridad y Civismo, Lídia Montero.
No patrullan en puntos calientes concretos, sino en espacios donde hay una demanda de los vecinos, de las asociaciones o del comercio. “Pero estamos a disposición de cualquier situación que requiera, no de uno o de dos agentes, sino que lleguen siete policías de golpe; por ejemplo, una pelea, un robo, o una situación de violencia machista. Aquí el elemento disuasorio es muy importante”, comenta Iván Nogales.
UNA POLICÍA QUE “SE VE”
Y es que a la USIR se la ve venir de lejos. Siete agentes pertrechados, con sus uniformes y sus coches patrulla. Sólo con su presencia ya actúan como elementos disuasorios pero, además, también ayudan a disminuir la sensación de inseguridad creciente entre la ciudadanía. Un hecho que preocupa enormemente al Ayuntamiento colomense, que ya lleva años impulsando medidas del estilo, como los agentes cívicos o los serenos.
“Santa Coloma no es una ciudad insegura, pero aún seguimos pagando el estigma de los famosos Correa de hace 40 años, ¡y eso que no eran ni de la ciudad!”, lamenta Lídia Montero. “Además de estarlo, los ciudadanos deben sentirse seguros porque si no los barrios se degradan. Por eso creamos la unidad, para mejorar esta percepción pero, también, para actuar contundentemente ante los conflictos”, añade.
AUMENTO DE LA DELINCUENCIA
A pesar de que el índice de criminalidad de Santa Coloma apenas ha variado en los últimos cuatro años, y que se encuentra muy por debajo de ciudades colindantes como la vecina Badalona; los robos con violencia e intimidación han aumentado alrededor de un 3% durante el desconfinamiento. También ha creado mucha alarma sucesos tan escabrosos como el homicidio en plena calle del pasado 2 de julio y otras agresiones grabadas en vídeo. Unos hechos que han sido rápidamente difundidos en las redes sociales despertando gran inquietud entre los ciudadanos.
Si bien es cierto que la seguridad es un tema que preocupa a muchos habitantes del área metropolitana, todavía es más acuciante en ciudades como la colomense ya que, según la tenienta de alcaldía de Seguridad y Civismo, Santa Coloma tiene la característica propia de acumular una gran densidad de población en un territorio relativamente pequeño. Con lo cual, “cuando ocurre un hecho delictivo de cierto grado de violencia, su transmisión es mucho más grande y rápida”, describe. La buena noticia es que el patrullaje de la USIR es más intenso y efectivo en un territorio de dimensiones pequeñas.
DELINCUENTES REINCIDENTES
Ahora, la USIR está formada por cinco agentes, un cabo y un jefe de unidad. De los 11 candidatos se seleccionaron seis por su trayectoria profesional, su formación, sus aptitudes y capacidades idóneas. Se tuvo en cuenta un alto nivel de cualidades físicas para atender cualquier emergencia, personas que fueran capaces de aguantar la presión en una situación violenta, que tuviesen habilidades comunicativas y fueran capaces de reconducir una situación mediante el diálogo y la mediación. En resumen, una alta motivación en el ámbito de la seguridad ciudadana.
Y es que todas estas características son necesarias ante el nuevo panorama delictivo en el área metropolitana. Es decir, un criminal con una alta movilidad por el territorio que, además, es multirreincidente. Por todo ello, tanto políticos como policías colomenses expresan a Metrópoli Abierta su deseo de que se reforme “urgentemente” el Código Penal para endurecer las penas contra la reincidencia. “Es incomprensible que personas con hasta 60 antecedentes continúen delinquiendo en las calles. Como profesionales es un poco frustrante, pero seguiremos deteniéndoles”, concluye el jefe operativo de la USIR.