Núria Marín (1963), alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat desde 2008 y presidenta de la Diputació de Barcelona, deberá gestionar una nueva etapa de la crisis del coronavirus marcada por las duras restricciones a bares y restaurantes. El pasado verano se dispararon los actos incívicos y las quejas por ruidos en los barrios del norte, los más poblados, y la primera edil apela ahora al sentido común y la responsabilidad de sus ciudadanos. Frenar la curva de contagios es la prioridad de Marín durante este mandato, sin olvidar proyectos de gran calado para la segunda ciudad más grande de Cataluña como el soterramiento de las vías del tren y la Gran Via. La cobertura dela Gran Via dará lugar a un potente clúster biomédico.
- Pregunta: ¿Cómo está hoy L’Hospitalet?
- Respuesta: L’Hospitalet está preparada para abordar las medidas tan extraordinarias que ha tomado la Generalitat por los contagios, que van al alza, de esta segunda oleada que ya se había anunciado. En marzo se produjo un confinamiento inesperado que impactó en los ciudadanos, las instituciones y la economía. Ahora estamos mejor preparados.
- ¿Qué evolución ha tenido la pandemia?
- Ha sido desigual. Durante el inicio de la pandemia, L’Hospitalet tuvo un gran protagonismo al tener el hospital de Bellvitge, que ha sido un punto de referencia en la lucha contra el coronavirus. Luego se produjo una desescalada muy rápida que provocó un repunte en julio en L’Hospitalet y su entorno metropolitano. Durante todo el verano hemos pedido mucha responsabilidad a los ciudadanos, con el uso de mascarillas, la distancia social y la limpieza personal permanente. Dio buenos resultados. Los datos nos alertan ahora de que hay una curva ascendente general, pero no tenemos en L’Hospitalet un repunte específico. Estamos en la misma línea que en las otras ciudades del área metropolitana. Haremos todo lo posible para que las nuevas medidas se respeten y ayuden a que se pueda aplanar esa curva y no atasquemos el sistema sanitario. Lo que sí me preocupa es que, a diferencia de algunas administraciones que hemos hecho nuestro trabajo, se debería haber hecho lo mismo por parte del departamento de Salut, mejorando la atención primaria, reforzando la sanidad con profesionales para dar una buena atención a la ciudadanía y aumentar el número de rastreadores para controlar los contactos y luchar de manera más eficaz contra la pandemia.
- Vecinos de L’Hospitalet se sintieron como en una cárcel durante la reclusión porque sus pisos son pequeños. ¿Qué sensación tuvo al escuchar los problemas de la gente?
- Es una sensación que conozco bien porque soy de L’Hospitalet. Es mi ciudad. Nací allí y sé qué significa estar recluidos en espacios que no son los adecuados. Ha habido un plus de responsabilidad, de concienciación por parte de esas familias. Superada la reclusión, fue normal que la gente quisiera disfrutar de los espacios públicos, de las relaciones sociales y encuentros familiares. No se supo advertir de que la pandemia continuaba en nuestras vidas y de que debíamos ser muy responsables a nivel colectivo e individual. Ahora vamos a pedir otro esfuerzo a la ciudadanía.
"Los delitos han bajado un 17 % respecto al verano anterior"
- El concejal de seguridad de L’Hospitalet, Josep Castro, aseguró el pasado verano que los delitos habían disminuido pero que aumentaban los actos de incivismo y la percepción de inseguridad. ¿L’Hospitalet es una ciudad insegura?
- L’Hospitalet no es una ciudad insegura, según los datos. Con el nuevo conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper, constatamos que las cifras han mejorado este verano. Los delitos han bajado un 17 % respecto al verano anterior. Hemos incorporado 38 agentes de los Mossos d’Esquadra y otros 38 de la Guardia Urbana, sumados a los 25 de 2019, para mejorar la seguridad y la sensación de seguridad, que se mezcla con el comportamiento incívico de una minoría que genera una percepción negativa. Después de la reclusión, en una etapa en la que se transmitió una falsa sensación de normalidad, muchos ciudadanos utilizaron el espacio público de forma errónea y generaron una sensación incómoda a otros vecinos. Esto ha pasado en L’Hospitalet, en todos sus barrios, y en todas las ciudades del entorno metropolitano. No somos una especie rara. Hemos tomado medidas para cortar estas actitudes y hemos tenido un verano tranquilo. Ahora, con el cierre de todos los establecimientos de la restauración, me preocupa que se utilicen la calle y los parques como espacios alternativos a las terrazas y los bares. Esto no puede ser así. Es un peligro para la gente.
- A finales de junio, vecinos de L’Hospitalet intentaron la creación de patrullas ciudadanas para combatir los delitos en la ciudad. ¿Están ya desactivadas?
- Son decisiones de ciudadanos manipulados por formaciones políticas. Vamos a decir las cosas como son. VOX ha intentado distorsionar situaciones que desde el Ayuntamiento hemos conseguido combatir. La ciudadanía es mucho más inteligente de lo que estas formaciones piensan y no se ha dejado manipular. Pero no podemos dar por cerrado el capítulo ni la serie. Los Mossos y la Guardia Urbana se encargan de la seguridad. Entiendo que un vecino de L’Hospitalet no se dirija directamente al conseller ni al presidente de la Generalitat, pero sí puede hacerlo con la alcaldesa, el teniente de alcalde o cualquier concejal porque nos tienen muy cerca.
- Uno de los proyectos previstos para este mandato es el soterramiento de las vías. ¿Qué significará para L’Hospitalet?
- Supondrá un cambio radical para la ciudad, más allá de los beneficios que tendremos como área metropolitana en temas de movilidad, incremento de frecuencias... Para L’Hospitalet también favorecerá la unión de los barrios. Será un espacio lineal verde de 120.000 metros cuadrados para uso ciudadano. En estos momentos se está trabajando por parte de Adif en la licitación del proyecto constructivo. Hemos criticado que la red de Cercanías es más del siglo XIX que del siglo XXI. El proyecto aportará un beneficio local de mucho valor desde el punto de vista medioambiental, local y social. Provocará un cambio radical en la movilidad de los ciudadanos.
"El soterramiento de las vías supondrá un cambio radical para L'Hospitalet"
- Comenta que se están licitando los proyectos. ¿Cuál será el calendario con la pandemia?
- Durante la pandemia se paralizaron algunos trámites. Cuando se levantó la suspensión, Adif puso en marcha la licitación. Estamos en la fase de recoger las ofertas y de elegir quién redacta el proyecto. Es un proyecto complejo de casi 600 millones de euros. Hemos de soterrar seis kilómetros de vías. No solo es la línea de Vilanova, sino también la de Vilafranca, que viene del interior. Afecta a casi todos los barrios de nuestra ciudad. Es un espacio vital. Muchos vecinos me preguntan si podrán ver las vías cubiertas. Yo espero que pronto podamos poner la primera piedra. Eso significará que ya estamos en un proceso imparable.
- El soterramiento de la Gran Via es otro de los grandes proyectos de L’Hospitalet.
- Sí y lo tendremos antes. Tenemos el plan director aprobado desde hace tiempo. Hicimos la licitación de los proyectos de soterramiento y de urbanización. El siguiente paso es la licitación de las obras. Esperamos que las obras, que durarán dos años, puedan empezar en un año y unos meses. En una primera fase pondremos 350.000 metros cuadrados a disposición del mercado biomédico, de empresas del sector de la investigación, farmacéuticas, del mundo tecnológico…. L’Hospitalet está muy bien comunicada. Tenemos el aeropuerto y el puerto muy cerca. Se dan las circunstancias perfectas para generar un clúster biomédico muy potente, quizá el más potente del sur de Europa. Es un proyecto de país, de los más importantes que se están gestando en Cataluña.
- ¿En qué fase está el hospital general previsto en Can Rigalt?
- Es un proyecto que debe construir la Generalitat, pero el momento actual es inoportuno. Todas las fuerzas están enfocadas a trabajar y luchar contra la pandemia. Para nosotros es muy importante tener un hospital general en nuestra ciudad porque el actual no está en las mejores condiciones. Esperamos retomar las negociaciones en primavera.
- El exconcejal Jaume Graells denunció posibles irregularidades en las cuestas del Consell Esportiu. ¿Cómo está el caso?
- Es un caso que está judicializado en estos momentos, con varias personas que han sido citadas a declarar. La jueza tendrá que dictar lo que considere oportuno. En nuestro caso, total transparencia. Aportaremos todo lo que nos pida el juzgado. De momento se ha entregado la documentación solicitada. El Consell Esportiu forma parte del tejido social y deportivo de L’Hospitalet, pero no es una entidad municipal. Ha hecho un trabajo excelente y la jueza decidirá si las denuncias son reales y tienen consecuencias.
"Voy a acabar el mandato, la situación así lo requiere"
- En una entrevista concedida a Metrópoli antes de la pandemia dejó su futuro político abierto. Ahora, tras la gestión de la primera oleada de la crisis sanitaria, ¿tiene claro si va acabar el mandato? ¿Se va a presentar a la reelección?
- A la primera pregunta la respuesta es sí. Voy a acabar el mandato. La situación así lo requiere. Sobre si me voy a presentar a la reelección, primero lo tengo que decidir yo. En estos momentos es muy precipitado, pero si ponemos una balanza me inclino más por el sí que por el no. Pero es un tema que no depende exclusivamente de mí. Necesito el respaldo de mi partido, el PSC. Si no lo tengo, no me podré presentar. Voy a acabar el mandato. Sobre la segunda pregunta, de aquí a unos meses, de aquí un tiempo… Tenemos tres años por delante. La verdad es que no estoy pensando en esto. Estoy muy centrada en la gestión de la situación de emergencia que nos ha tocado vivir y desarrollando unos proyectos muy ambiciosos para L’Hospitalet, como el soterramiento de las vías y el clúster médico.