Carles Ruiz (1962) lidera el Ayuntamiento de Viladecans desde 2005. En estos 15 años, la ciudad del Baix Llobregat ha experimentado numerosas transformaciones, pero todavía quedan muchos temas por resolver. Los que más preocupan al alcalde son los relativos a la movilidad: la ausencia del metro del Delta y el modelo radial de Barcelona. Ruiz ha multiplicado los radares en la ciudad y, en una entrevista concedida a Metrópoli Abierta, recalca que también quiere multiplicar el abastecimiento de energía limpia mediante la compañía Vilawatt. A la espera de inaugurar un nuevo barrio en la ciudad, defiende que Viladecans es una ciudad innovadora que juega un papel de liderazgo económico en el área metropolitana de Barcelona.

¿Cuáles son las prioridades del actual mandato de Viladecans?

Continuamos con las mismas prioridades que al inicio del mandato, pese al Covid-19. Tenemos muy clara una visión de la evolución del municipio en temas como la renaturalización de la ciudad o la inteligencia artificial aplicada a la gestión pública. Estos temas se han puesto de relieve con el coronavirus, pero ya estaban introducidos en nuestra agenda. Hemos sumado un elemento que no teníamos registrado: la capacidad de resiliencia de la ciudad. Se ha realizado un despliegue del municipio para garantizar el bienestar incluso en situaciones de riesgo respecto a cómo trabajar la cohesión social, la salud... El Covid ha introducido una modificación en la agenda, pero la mayoría de estrategias de futuro que teníamos en la ciudad se han acelerado.

¿Cuál es la situación sanitaria en el municipio?

Viladecans está construyendo el nuevo hospital; estamos a mitad de su construcción. Mejorará sustancialmente las condiciones de trabajo de los sanitarios de la ciudad. Hace dos años se inauguró un CAP que nos cubre el nuevo mapa que teníamos previsto de la ciudad. En cuanto a infraestructuras se va tarde, pero se está avanzando. Echamos en falta esfuerzos en la atención primaria, que sobre todo es fundamental en una situación de pandemia, pero también en un escenario de normalidad. La Generalitat tiene que hacer este esfuerzo. También se debe hacer una revisión de la vinculación de los centros de personas mayores con el sistema sanitario, y garantizar la salud global en la población. Respecto a los contagios de coronavirus, no hemos tenido una incidencia muy diferente a la de nuestro entorno. Hay mucha interrelación entre todas las ciudades del Delta, las dinámicas han sido muy similares. No hemos llegado al punto de Esplugues o Cornellà, ciudades que están más cercanas a Barcelona y que seguramente han tenido datos superiores por su mayor densidad.

Hospital de Viladecans / AJ VILADECANS



Viladecans acogerá una planta de biofertilizantes que ha generado opiniones dispares. El vicepresidente de Ecología del AMB, Eloi Badia, la ha defendido, mientras que el proyecto ha recibido la crítica del sindicato Unió de Pagesos por no tener en cuenta al "sector agrario". ¿Cómo valora esta futura instalación?

Se han implantado infraestructuras metropolitanas sin tener en cuenta el territorio, que siempre ha tenido un cierto maltrato por parte de la ciudad central. Era la periferia. Afortunadamente, hoy ya no somos periferia. Cualquier ciudad del entorno de Barcelona tiene los mismos servicios y la misma calidad de vida que los barrios de Barcelona. Creo que este caso se ha explicado mal y se ha puesto demasiada atención en el fertilizante cuando es un proyecto que va mucho más allá. Es un centro de generación de energía que va a producir 400 kW/h. También es un centro de investigación. No se puede continuar con esta diferenciación entre el espacio agrario y el medioambiental, que es lo que está ocurriendo en el Delta. Se han de crear mecanismos donde se trabaje conjuntamente. Hemos de tener un espacio común de gestión del Delta en el que se puedan encontrar todas estas situaciones.

En el pasado mandato se materializó la compañía local Vilawatt, que abastece electricidad mediante la compra agregada a Aura Energía. Además, el proyecto también cuenta con moneda propia. ¿Cómo valora el recorrido de la iniciativa hasta la actualidad?

Hay un proyecto estratégico que es generar una compañía energética local. Se están generando comunidades energéticas y se intenta producir energía lo más cercana posible a su punto de consumo. El futuro será romper la dinámica de redes. Nos hemos preparado para ese futuro con la compañía Vilawatt. Nuestro objetivo es producir nuestra propia energía, como mínimo la del ayuntamiento. Además, estamos trabajando en la creación de comunidades energéticas con los vecinos y las empresas de la ciudad para que en Viladecans seamos capaces de producir el máximo posible mediante sistemas renovables. La nueva planta impulsada por el AMB, por ejemplo, aportará una parte importante de esa producción local de energía a Vilawatt y a Viladecans. Además, hay que hacer pedagogía sobre la eficiencia energética, ayudar a los ciudadanos a mejorar sus instalaciones y servicios para que consuman menos y tengan más confort, para eliminar la pobreza energética. Como base de ello, creamos la moneda Vilawatt, un elemento de intercambio donde los beneficios que haya se puedan facilitar a través de vilawatts para poder repercutir en el comercio local. Estamos creando una plataforma local para el intercambio entre los ciudadanos de Viladecans.

¿Cuáles son los principales problemas de movilidad en Viladecans?

Son muy similares a los de las ciudades del Delta. El área metropolitana de Barcelona todavía funciona sobre una base radial de movilidad. Una de las críticas que hemos hecho al próximo Plan Director de Infraestructuras (PDI) es que mantiene esa visión radial, en la que hay un centro desde el que salen puntas hacia los lados. La comunicación eficiente en transporte público con las ciudades del norte del Baix Llobregat es imposible. Entre las ciudades de la comarca es muy difícil la interconexión; es muy diferente la situación de un lado del río y del otro. El principal problema que tenemos es romper con esa radialidad, un objetivo que pasaba por el metro del Delta. Este proyecto rompe la radialidad y permite la interconexión con FGC, Renfe, las ciudades de nuestro entorno, la universidad y Barcelona. El reto más importante es romper la radialidad con el metro del Delta y la transformación de la carretera C-245, que nos creará un autobús rápido que permitirá un cambio en la movilidad en transporte público por carretera.



Terrenos del Parc Agrari del Baix Llobregat en Viladecans / RP

¿Ve buena predisposición por parte de la alcaldesa Ada Colau y el AMB en solucionar este problema?

Este problema no se ha entendido del todo por parte de la alcaldesa Colau y las autoridades del transporte en Barcelona. Esta zona es la reserva de suelo para actividad económica que tiene el AMB. Entre Gavà y Viladecans tenemos más de un millón y medio de suelo para desarrollar actividad económica, es más de lo que tiene el 22@. Si no queremos que la gente utilice el vehículo privado y no haya emisiones, la única alternativa es el transporte público. Un sistema interconectado. Veo poca ambición al PDI para romper con esa división radial del transporte público. Si queremos llegar a ciudades con cero emisiones, la única alternativa es intercomunicar con el transporte público.

La Zona de Bajas Emisiones ya está en vigor en Barcelona y municipios metropolitanos como Esplugues y Cornellà. ¿Viladecans valora sumarse a esta medida

Sí, nuestro objetivo es llegar a ser una ciudad cero emisiones. Haremos una inversión muy importante en jardines verticales, en terrazas vegetales y en extensión de zonas verdes en la ciudad para llegar a ese objetivo. Lo contemplamos por la lógica de ciudad que estamos planificando, pero tenemos que buscar los mecanismos para realizar una reordenación.

Durante los últimos años, el Gobierno municipal ha apostado por la instalación de radares fijos que se han llegado a tachar desde la oposición de "recaudatorios". ¿Qué le llevó a tomar esta medida?

Es muy incoherente pedir seguridad en la calle y denunciar que no se multe cuando se traspasan los límites de velocidad. ¿La alternativa cuál es?¿Traspasarlos? Es una crítica incoherente que no se aguanta. El objetivo de los radares no es recaudar, es reducir la velocidad. ¿En Viladecans tenemos que permitir que la gente corra más? Estamos generando un sistema de regulación de la movilidad inteligente a través de la tecnología, que facilita el funcionamiento de una ciudad compleja. Ahora se han sumado patinetes, bicicletas... Toda la micromovilidad. Necesitamos mecanismos de gestión de este tipo. Al final, desgraciadamente, es necesaria esa penalidad.

¿Se ha sancionado a muchos conductores?

Estuvimos seis o siete meses enviando avisos. Hacemos periodos transitorios largos para que la gente se acostumbre a que hay una velocidad controlada. Las multas disminuyen cuando llevan un tiempo instalados y descienden las situaciones de conflicto.

Carles Ruiz en su despacho del ayuntamiento / RP



¿Qué deudas tiene la Generalitat con Viladecans en materia de infraestructuras?

Una reforma pendiente es la de nuestro apeadero de Renfe en una estación, así como el incremento de la frecuencia de trenes. Otras son las que tienen que ver con el agua. Hay un problema con el desagüe de la zona Delta, la ampliación del aeropuerto constituye una especie de embudo que va a recogerse en Viladecans. Cuando hay épocas de lluvias importantes, los campos se acaban inundando. También está pendiente el metro y el hospital, que se está construyendo ya y está previsto que se inaugure en dos años o dos años y medio.

En este sentido, ¿cree que el municipio tiene un trato desfavorable respecto a otras poblaciones del AMB?

A nivel educativo hemos echado en falta una cierta inversión. Nosotros sí hemos completado el mapa educativo con el último acuerdo, que fue la construcción instituto-escuela Mediterrània-Olímpia. Todavía falta hacer una remodelación de la escuela Pau Casals, que quedó pendiente en 2008. El factor más importante de diferenciación en relación a otros municipios del AMB son las inversiones en infraestructuras de transporte. Hemos visto el metro del Vallès, el Trambaix y la L9. En el Delta no ha habido ninguna inversión de este tipo.

¿Cuáles son los principales problemas de incivismo e inseguridad en la ciudad?

En incivismo hay una conducta generalizada que tiene que ver con el uso del espacio público. Son conductas puntuales de una parte de la población que generan problemas. La aparición de los vehículos de micromovilidad, como los patinetes, ha generado una irrupción que nos ha hecho acelerar unas ordenanzas para el nuevo funcionamiento. Se generan muchos pequeños problemas relacionados con la vida cotidiana. ¿El uso del coche es cívico o incívico? Ahora va contra la lógica, hay que evitar cogerlo dentro de la ciudad. En cuanto a la inseguridad, Viladecans es de las ciudades con mejores índices de delincuencia de su entorno. Hay temas localizados que se van resolviendo con Mossos. La okupación nos ha generado problemas últimamente, especialmente la que viene de la mano de tramas de delincuencia, que es la que nos preocupa. Afortunadamente, en Viladecans no se dan muchos casos.

El incremento de la inseguridad en Barcelona ha sido evidente en los últimos dos años. Ha habido problemas de narcopisos, okupaciones... ¿Barcelona expulsa estos problemas y llegan a Viladecans?

Barcelona transfiere parte de estos problemas a ciudades más cercanas, con continuidad urbana. La falta de política de vivienda en Barcelona durante los últimos años es un problema para Viladecans y las ciudades de su entorno. El parón urbanístico de los últimos años ha encarecido los precios de Barcelona y, por efecto dominó, nos ha ocurrido a otras ciudades que estábamos planificando nuestras reservas de suelo para tener más vivienda. Barcelona nos ha generado una subida de precios en las ciudades del entorno.

Exterior de Can Modolell / WIKI



Viladecans cuenta con un nuevo barrio, el de Llevant. ¿Por qué el municipio necesita este proyecto urbanístico?

Las ciudades están planificadas desde hace mucho tiempo. El barrio de Llevant va a tener el parque más grande del área metropolitana, con 30 hectáreas. Es una dotación muy importante que la ciudad tiene prevista. Hemos tenido la suerte de dotar de equipamientos al barrio antes de que se construya. Viladecans prácticamente no ha construido viviendas en los últimos 15 años, la mayoría ha sido de protección oficial y de alquiler. La ciudad es muy joven, hay la necesidad de tener vivienda.

¿Qué papel debe jugar Viladecans en el AMB?

En los últimos años nos hemos ganado un papel de iniciativa económica importante. Somos una ciudad que se identifica con la innovación, con la implantación de empresas, con elementos innovadores... Estamos programando el primer parque de oficinas totalmente circular de España. Todos los edificios serán desmontables. Es un elemento muy innovador y de actividad económica, que busca la implantación de empresas. Estamos jugando un papel de liderazgo de iniciativa económica y capacidad de generación de empresas. También pensamos que la diversidad de nuestro territorio puede ser un elemento ejemplar en cuanto al modelo de ciudad. Viladecans sabe conjugar la actividad económica con una calidad de vida muy buena.

El PSC es mayoritario en las poblaciones del AMB. ¿Es normal que la presidencia recaiga en la alcaldía de Barcelona?

El área metropolitana tiene dos competencias importantes: la gestión de residuos y la del transporte y la movilidad. En ambos, Barcelona es un elemento fundamental, y el impulso central a muchas iniciativas viene del Ayuntamiento de Barcelona. No sería lógico que la alcaldesa de Barcelona no fuera presidenta del área metropolitana, aunque es verdad que hay una mayoría socialista y determina que las políticas estén respondiendo a las necesidades de los municipios.

¿El AMB debería tener más competencias?

Habría que verlo. De momento tenemos que adaptar las competencias a las necesidades que tenemos. Hay muchos mecanismos de cooperación, no todo tiene una solución política institucional. El neoporciolismo de la gran Barcelona no lo comparto. El éxito de Barcelona ha sido la manera de funcionar del área metropolitana, que ha permitido seguir unos parámetros similares desde una lógica de coordinación, pero con autonomía de cada municipio para definir su desarrollo. No ha crecido igual Viladecans, Sant Boi, Esplugues, Gavà... Cada municipio lo ha adaptado a su manera dentro de unos parámetros. Si Barcelona ha podido tener un modelo más equilibrado, más justo y más sostenible, ha sido por tener ese mantenimiento de la lógica local y la metropolitana. Es nuestro valor más fuerte.

¿A Barcelona le falta mirada metropolitana?

Creo que Barcelona ya se ha dado cuenta de que esto es un conjunto. Contribuimos todos. Es evidente, no verlo es no entender como funciona Barcelona. Se ha visto, por ejemplo, cuando ha habido el parón hotelero. Los hoteles no han dejado de estar, se han ido a otros municipios del entorno de Barcelona. Ésta es una realidad que supera al Besòs y al Llobregat. La anomalía europea es que funcionara como una ciudad central y una periferia.

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