Dos agentes de la Guardia Urbana salvaron, el pasado septiembre, la vida de una mujer de 84 años de morir ahogada. Según ha podido saber Metrópoli de fuentes conocedoras del caso, los hechos tuvieron lugar el día 15 del citado mes en un restaurante de Gavà (Baix Llobregat).
Las policías, dos mujeres, pertenecen a la comisaría del distrito de Sants-Montjuïc. Por la información de la que dispone este medio, las dos agentes -Gemma y Bibiana- estaban fuera de servicio en el restaurante de las instalaciones deportivas Accura de la citada ciudad metropolitana.
LA 'MANIOBRA DE HEIMLICH'
Alrededor de las 15.00 horas, una de las guardias vio que una mujer de una mesa cercana se ahogaba por un trozo de comida y junto con su compañera le practicaron la maniobra de Heimlich, que permitió salvar la vida de la persona, que se llama Carmen.
Mientras una de las dos policías rodeó a la anciana con sus brazos, la otra le puso el puño en la boca del estómago y empujó de forma enérgica hacia dentro hasta conseguir que el objeto que obstruía el conducto respiratorio de la mujer saliera.
Carmen ha escrito una carta de agradecimiento a la Guardia Urbana de Barcelona y las dos agentes han recibido las felicitaciones de sus superiores.
SALVADA DE UN INFARTO CON UN DESFIBRILADOR
A finales de junio se conoció el caso de tres agentes de la Guardia Urbana que salvaron la vida de una mujer que sufrió un infarto en la avenida del Paral·lel el pasado mes de marzo. Los policías lograron reanimar a la vecina, que se llama Nancy, con el desfibrilador que llevaban en el coche.
SALVADAS LAS VIDAS DE DOS BEBÉS
Los casos de asfixia son más habituales de lo que parece, y en distintas ocasiones la intervención de agentes de policía de distintos cuerpos ha permitido salvar la vida de la persona. En junio del año pasado, otros dos agentes de la policía local barcelonesa salvaron la vida de un bebé que se asfixiaba. La madre requirió a los agentes en la calle de Sants al ver que el niño no respiraba y se ponía azul. Los agentes le hicieron varias maniobras de reanimación y consiguieron recuperarlo.
En noviembre de 2020 fueron dos Mossos d'Esquadra los que salvaron la vida de un bebé de tan solo 15 días en la Ciutat de la Justícia, que había dejado de respirar y se había puesto morado. Mientras los padres se encontraban en estado de shock, los policías colocaron al niño sobre la rodilla de uno de ellos mientras el otro le daba suaves golpes en la espada. Tras tres minutos de maniobras, los mossos consiguieron que el recién nacido se reanimara.