El Ayuntamiento de Terrassa cortará el agua a aquellas empresas, pequeños comercios y tiendas de barrio que no estén al corriente de pago de la factura. La medida busca reducir los impagos y la deuda de la empresa municipal Taigua, que hasta ahora presumía de ser una compañía pública que no realizaba cortes de suministro a ningún tipo de usuario. 

Lo que sí hacía la empresa era que en caso de que algún cliente no pagara el servicio, se iniciaba un proceso administrativo que, después de las protocolarias notificaciones, acababa en un embargo de las cuentas del deudor. Con este cambio, las principales damnificadas serán las pymes del municipio, que atraviesan un momento delicado por la crisis del covid-19.

CONTRADICCIÓN CON LOS IDEALES

Ahora, el Ayuntamiento de Terrassa --que remunicipalizó el servicio del agua en 2018-- trabaja en la modificación del reglamento con el principal objetivo de permitir el corte del servicio del agua para usos industriales y comerciales que no paguen la factura. Esta variación ha generado recelos e inquietud en el tercer municipio más grande de Cataluña, tanto por el fondo como por las formas a la hora de impulsar la medida.

"El cambio es significativo, puesto que supone una contradicción respecto a los ideales fundacionales de la compañía pública de agua de Terrassa, que nació como una alternativa que no buscaba la rentabilidad económica y que aseguraba el agua para todo el mundo", señalan fuentes cercanas al consistorio. De este modo, las "promesas de sus inicios" han quedado "en papel mojado", añaden las mismas fuentes. 

FALTA DE TRANSPARENCIA

Tampoco han gustado las formas que ha empleado el consistorio que dirige Jordi Ballart para introducir el cambio. Se hizo en el pasado pleno municipal del 29 de octubre de 2021, mediante la modificación parcial del Reglamento del servicio municipal de abastecimiento domiciliario y ahorro de agua, que estaba vigente desde marzo de 2017.

No obstante, todavía no ha salido publicado el nuevo reglamento. Tan solo se conoce vagamente su contenido por una confusa nota de prensa difundida por el ayuntamiento. La fórmula elegida para introducir esta modificación ha causado resquemor entre los detractores, quienes denuncian que se desconoce la letra pequeña de la iniciativa.

MODIFICACIONES

Lo que sí se conoce de la propuesta son dos cambios. En primer lugar, adaptarse a la nueva normativa que marca la orden ICT/155/2020 del 7 de febrero de 2020, del Ministerio de Industria, la que hace referencia a la modernización de los contadores de agua. En segundo lugar, se anuncia que se “tratarán los impagos que se producen en los suministros industriales y comerciales”.

Grifo de agua / EFE

Sobre este último punto [impagos], el Ayuntamiento de Terrassa modificará el artículo 24 del Reglamento para que Taigua pueda acotar la excepción del pago en los contratos de suministro doméstico que se amparen en casos de vulnerabilidad residencial y dejar así abierta la posibilidad de suspender el suministro en los contratos industriales y comerciales. Falta por ver qué hará con los usuarios domésticos no vulnerables, según alertan fuentes cercanas al consistorio egarense.

DEUDAS DE TAIGUA

Tras estas modificaciones se esconde la mala marcha de la compañía municipal, indican desde la oposición. Y es que desde diciembre de 2018 hasta septiembre de 2021, el importe de las facturas impagadas procedentes de los suministros industriales y comerciales superaban los 227.000 euros, una cifra que representa el 11% del importe total de la deuda de Taigua. En menos de tres años de existencia, la deuda de la empresa pública se ha disparado por encima de los dos millones de euros.

Las críticas contra los cortes de agua a las pymes se suman al malestar que ya generó en su día la creación de esta compañía pública entre los trabajadores. Según denunciaron en 2018, la remunicipalización supuso un deterioro de las condiciones laborales de los empleados. 

Con las actuales modificaciones, son las pymes y las tiendas de barrio las que pueden pagar las consecuencias con un corte del servicio de agua. Todo en un momento especialmente crítico para muchas de ellas. Desde la oposición señalan que el gobierno de Ballart no demuestra ninguna sensibilidad con los abonados industriales ni los comercios, tan tocados por la pandemia de la Covid-19, que a pesar de suponer una parte pequeña de la deuda acumulada de Taigua son los que sufrirán cortes de agua sin importar cuál es su situación económica.

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