La protesta de funcionarios de prisiones este jueves por la mañana ante la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires, ha obligado a suspender una decena de diligencias como traslados de presos a sedes judiciales o salidas médicas rutinarias no urgentes.

La conselleria de Justícia ha explicado en un comunicado que la concentración se ha hecho en una rotonda que da acceso a las dos prisiones de Brians 1 y 2 y ha afectado a las entradas y salidas de trabajadores porque se ha convocado durante el cambio de turno. Sobre las 15:00 horas, la situación ha quedado normalizada.

Sindicatos de prisiones han convocado esta protesta después de que el domingo un preso empujó y dejó inconsciente a un funcionario, y han lamentado el aumento de agresiones a funcionarios durante los últimos meses. Entre ellas, la amputación de un trozo del dedo por parte de otro preso que mordió a un empleado en Quatre Camins o el ataque a cinco funcionarios en la misma cárcel a Brians 2 por parte de un interno que usó una escoba como arma.

Tras la protesta, el Departament ha valorado que efectivamente la tensión ha crecido en las prisiones, especialmente a raíz del confinamiento: "De un lado, los internos han sufrido muchas horas de encierro en una celda; de otro, los funcionarios y las direcciones de los centros han tenido que hacer un esfuerzo muy grande con las medidas sanitarias".

DE 28 A 41 AGRESIONES

En este sentido, la Generalitat ha detallado que en 2020 hubo 28 agresiones graves a funcionarios, mientras que en lo que va de 2021 ya ha habido 41.

"Entendemos el malestar por una situación que viene de lejos, pero que se ha agravado en las últimas semanas por diversas agresiones de gravedad", y ha mostrado su apoyo a los trabajadores.

La conselleria también ha asegurado que se personará como acusación particular contra los agresores, dará apoyo a los afectados y quiere abordar "en los próximos días" la normativa que limita las contenciones mecánicas a presos.

El Departament considera que la norma se adoptó de manera "precipitada" en mayo y ahora quiere revisarla junto con sindicatos y el Síndic de Greuges, y en paralelo prevé que en enero entre en vigor un protocolo de prevención de las agresiones.

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