Lo que debía ser una noche de Carnaval divertida se convirtió en una auténtica pesadilla para una joven que acudió con sus amigas a la discoteca Titus Carpa de Badalona este sábado, 26 de febrero. La chica, que prefiere mantenerse en el anonimato, ha narrado a Metrópoli cómo los porteros se rieron de ella y la avergonzaron en la misma entrada del local por la enfermedad que padece.

La joven sufre una enfermedad autoinmune denominada esclerosis sistémica que obliga a la afectada a evitar el frío "a toda costa". De lo contrario, los cortes de circulación en manos o en pies pueden provocar la imposibilidad para caminar o moverse: es lo que se conoce como el síndrome de Raynaud, una de las principales consecuencia de la enfermedad. Debido a las bajas temperaturas de aquella noche, la chica les pidió a los porteros que la dejasen esperar en la puerta, para estar más resguardada. Lo que no se esperaba la joven era la contestación del personal de seguridad: "Si estás enferma vete a tu casa".

Los cortes de circulación por el frío de la joven que padece la enfermedad autoinmune / CEDIDA

ATAQUE DE ANSIEDAD

La chica asegura a este medio que fue muy educada e insiste en que no quería colarse, solo esperar cerca de la entrada. "Al ver que se rieron de la situación, un amigo mío intento interceder y hablar con el dueño, Ramón, y otro de los porteros". Sin embargo, la situación se repitió y de manera "más ridiculizante" porque ella solo lloraba. "Me gritaron que me fuese a mi casa de muy malas maneras".

La chica optó por esperar dentro del coche de una amiga mientras su grupo hacía la cola, "pero, cuando llegaron a la puerta, les dijeron que ellos entrarían, pero yo no". Finalmente, la joven terminó cogiendo un taxi y yéndose a casa con un ataque de ansiedad. "Me arrepiento de no haber llamado a los Mossos d'Esquadra en ese momento, pero solo quería irme". 

MENSAJE DE DISCULPA

La discoteca le hizo llegar a la joven un mensaje de disculpa al día siguiente de los hechos en el que lamentaba la situación: "Hay días puntuales que son de mucho estrés en la puerta. En estas noches se dicen y hacen cosas que luego hay que lamentar por ambas partes". 

En el mismo mensaje se aconseja que aquellas personas que padezcan cualquier problema de salud o quieran acudir a Titus con muletas o silla de ruedas se pongan en contacto previamente con el local. "De esta manera, informamos de lo que tienes que hacer para que te dejen pasar sin hacer cola".

La discoteca Titus Carpa Badalona antes de la pandemia / TITUS

AMENAZAS DE MUERTE

Este medio se ha puesto en contacto con el gerente de la discoteca, Ramón Fonollà, quien gestiona la sala desde hace más de 20 años. Ramón reconoce la actitud en ocasiones "prepotente" de los porteros, pero asegura que "más de uno debería trabajar una noche en la puerta para saber lo que es". El dueño de la discoteca cifra en unas 500 personas las que en Carnaval hacían la cola para acceder a las salas de baile: "En ese momento a mí me llega que hay una chica que se encuentra mal y quiere esperar en la puerta. En un primer momento pensé que quería colarse. He vivido situaciones de todo tipo". 

Ramón lamenta el odio generado en redes sociales. "Antes, si había algún problema, la gente rellenaba la hoja de reclamaciones. Ahora, todo se publica en las redes y se dicen cosas que muchas veces son mentira". Fonollà se refiere al último escándalo que salpicó a la discoteca: una joven negra denunció que el portero le había dicho que "bajase dos tonos de piel" para entrar. La situación quedó en nada, ya que el gerente se ofreció a enseñar las grabaciones de seguridad de la noche porque "no tenía nada que esconder". A raíz del episodio, Ramón explica a Metrópoli que ha sufrido depresión y que ha recibido amenazas de muerte: "He tenido que contratar a más vigilantes de seguridad porque me han amenazado a mí y a mis hijas y me han dicho que me quemarían el local".

Denuncia viral de un padre sobre el supuesto caso de racismo que sufrió su hija en la discoteca Titus de Badalona / TWITTER - DOCTORMORIARTY

ACUSADO DE RACISMO 

Ramón defiende a sus trabajadores, a los que dice conocer a la mayoría desde hace muchos años. "Me acusan de racista, pero he contratado a dos porteros nuevos que son marroquíes. Aquí trabaja gente latina y de varios países más. Sobre todo los viernes, el 20% de la gente que accede al local son de fuera".

El gerente de Titus también ha respondido a las acusaciones de clasismo por parte de algunos asistentes: "Es obvio que no todo el mundo entra", afirma Ramón, pero se desvincula de las discriminaciones de las que se le acusa: "Aquí entran parejas de chicas, de chicos... Ojalá pudiese dejar entrar a más gente".

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