Un año más, Collserola empieza a reunir las condiciones para un incendio devastador durante el verano. A tres meses de Sant Joan, la sierra barcelonesa padece las consecuencias de la sequía que arrastra gran parte de Cataluña desde la primavera de 2020, y las débiles lluvias de principios del mes de marzo no han revertido la situación. Esto, sumado a un bosque estresado, debido al cambio climático, e inadaptado a las condiciones meteorológicas actuales, podría desembocar en un gran fuego, de los que se conocen como "de sexta generación".
El jefe del Grup d'Actuació Forestal (GRAF) de los Bombers de la Generalitat, Marc Castellnou, explica en conversación con Metrópoli que además de la sequía larga y pronunciada, como la que sufre actualmente Collserola, se tendría que producir un episodio de vientos de poniente –los que vienen desde la zona de Molins de Rei y Sant Feliu de Llobregat– durante al menos tres días para ver un incendio de estas características en el parque natural. "Con el cambio climático, esto será cada vez más habitual", señala antes de añadir: "Cuando ocurra, la prioridad será salvar a la gente y proteger las casas".
EN EL PARQUE NATURAL VIVEN 15.000 PERSONAS
Hasta 15.000 personas viven dentro de los límites del Parque Natural de la Sierra de Collserola, según los datos que el consorcio ha facilitado a este diario. Son vecinos de alguno de los nueve municipios que integran el espacio: El Papiol, Molins de Rei, Sant Feliu de Llobregat, Sant Just Desvern, Esplugues de Llobregat, Montcada i Reixac, Cerdanyola del Vallès, Sant Cugat del Vallès y Barcelona. En la capital, los distritos con alguno de sus barrios dentro del parque son Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi, Gràcia, Horta-Guinardó y Nou Barris. Y hay mucha más población residiendo en la periferia, fuera del espacio que ocupa el parque pero en las inmediaciones del mismo.
COLLSEROLA PODRÍA ARDER COMPLETAMENTE EN SEIS HORAS
"El problema de estos incendios es que tienen mucha intensidad, generan tormentas de fuego, por lo que se vuelven todavía más rápidos, y arrasan con todo. Son como una riada, cuando el río está desbocado no te puedes poner delante. En los últimos años ha pasado en Grecia, Turquía, Australia o California. También cerca de aquí, en Francia o Portugal", enumera Castellnou. El jefe de los GRAF recuerda igualmente el incendio forestal de julio de 2021 en Santa Coloma de Queralt, que calcinó alrededor de 1.700 hectáreas y que él mismo define como un incendio de sexta generación. Si ocurriese en Collserola, este bombero alertó el año pasado que la sierra barcelonesa podría ser arder completamente en seis horas.
Lanza otra advertencia, y es que el riesgo a sufrir un incendio de estas características tiene que ver más bien con "un problema de paisaje, no de recursos". Según Castellnou, los efectivos están ahí, pero lo que corresponde es actuar implementando medidas de prevención, "preparando el terreno". Para el consorcio del Parque Natural de Collserola, la preparación del terreno consiste en poner cortafuegos de 25 metros de ancho en el entorno de las zonas urbanizadas, realizar tareas de desbrozo, el control de líneas eléctricas y el mantenimiento de caminos e hidrantes para helicópteros. También llevan a cabo campañas informativas de sensibilización y divulgación y vigilancia activa por parte de los guardas forestales.
EL PARQUE DE ATRACCIONES Y LA TORRE DE COMUNICACIONES, EN RIESGO
De este tema habló Òscar Benítez, concejal de Valents y exmiembro de la Unidad Central de Medio Ambiente de la División Central de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra, en la Comisión de Presidencia, Derechos de ciudadanía, Participación, Seguridad y Prevención del pasado 16 de febrero. En declaraciones para Metrópoli, reitera: "En caso de un incendio de sexta generación en Collserola, con llamas de 20 metros de altura, la gente no se podrá confinar en casa. El problema es que la carretera es muy estrecha y tampoco permite una evacuación de urgencia. Si tuviesen que ir los bomberos, solo cabría el camión".
Avisa de infraestructuras delicadas en plena montaña, como el Parque de Atracciones del Tibidabo y la Torre de Collserola, que da cobertura a toda el Área Metropolitana de Barcelona: "El parque de atracciones tiene solo un acceso principal de entrada y salida, por lo que una evacuación de emergencia es muy difícil. Y sin la Torre de Collserola estamos incomunicados. Los cuerpos de seguridad tampoco podrían hablar entre ellos para coordinarse".
Por todo esto, plantea un cambio de usos de terreno en Collserola que debería servir para prevenir que se declare un gran incendio. "Hay varias opciones. Una de ellas, autorizar que las cabras vuelvan a pastar para que limpien el sotobosque. Otra, permitir el cultivo de viñedos que hagan de cortafuegos".
LAS MEDIDAS DEL AYUNTAMIENTO
A las inquietudes mostradas por Benítez en el Ayuntamiento respondió Albert Batlle. El teniente de alcaldía de Prevención y Seguridad explicó que el consistorio está "en contacto permanente con el Consorcio del Parque Natural" y que "tanto el cuerpo de bomberos como la Guardia Urbana facilitan toda la información y efectivos para que la gestión del consorcio sea tan efectiva como sea posible". Recordó también que los Bombers de Barcelona están integrados dentro de la Comisión del Infocat y dijo que están "en constante coordinación y colaboración con los Bombers de la Generalitat".
Sobre actuaciones específicas, se limitó a exponer que en 2022 el Ayuntamiento hará una inversión de alrededor de 1,2 millones de euros en Collserola, unos 200.000 euros más que en 2021, y que Barcelona "ha participado en el Plan de infraestructuras de prevención de incendios forestales en la sierra de Collserola, también con el resto de municipios, aunque actualmente aun no hay fecha para este Plan de infraestructuras". Metrópoli se ha puesto en contacto con el área de la que es responsable el concejal Albert Batlle para preguntar en qué consiste este nuevo plan, pero al cierre de este artículo no había obtenido respuesta.